Capítulo 19 ~¿¡Qué demonios!?~

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Capítulo 19

Puse el seguro en la puerta y me dejé caer al suelo sin dejar de mirarlo, su sonrisa se amplió y dio unos pasos al frente, eleve la mano abierta indicándole que parara.

—¿Qué demonios haces aquí? —Susurré por lo bajo tratando de que nadie de afuera escuchara.

—Vine a ver como ibas con Roy.

Fruncí el ceño y me puse de rodillas en el suelo.

—¿Qué?

—Si bueno... ya vi que no van muy bien. ¿Quién es ella?

Apreté los puños haciendo una mueca y me levanté de golpe.

—¡Tranquila! —Soltó una carcajada inclinando la cabeza hacia atrás— Sólo era broma.

Gruñí caminando hacia la cama y me quité los zapatos de mala gana. Me dejé caer en el suave colchón boca abajo y suspiré.

—¿Te dieron celos? —Escuché la pregunta con un tono amargo, sentí algo de escalofríos y levanté la mirada.

—¿Por qué puedo verte?

—Larga historia —me guiñó un ojo riendo con amargura y se paseó por la habitación con los brazos cruzados.

Me crucé de piernas en la cama y suspiré. ¿Qué clase de sueño estúpido era este? Era fanática de las series de fantasmas, chicos y chicas que los veían y se comprometían a ayudarlos para "pasar al otro lado" o "ver la luz" pero ¡ESO NO ERA REAL!

—Tengo tiempo. —Gruñí.

—No estoy aquí tanto por ti. —Caminó hacia la ventana de la habitación, recorrió las cortinas y frunció el ceño— estoy aquí por él... —Puso su dedo índice en el vidrio de la ventana y rodo los ojos.

Me levanté de un salto y corrí a la ventana asomándome al exterior, Roy se encontraba afuera con un balón de futbol americano entre las manos, frente a él estaba la chica francesa cambiando la posición de sus manos constantemente como si le estuviera enseñando a jugar.

—¿Por Roy?

Se limitó a asentir con un movimiento de cabeza y pasó una mano por su cabello.

—No niego que acepté venir por el simple hecho de que estabas involucrada —Se encogió de hombros sonriendo— aunque... no esperaba encontrarte... así.

Fruncí el ceño sin comprender.

—¿Así?

—Si... Bueno, así de... mal. Te ves diferente, te ves mal. No te ofendas pero tus ojos ya no brillan, tu cara se ve decaída, se nota que no duermes. ¿Te afectó?

Tragué saliva con nerviosismo, sabía a qué se refería pero actué normal y pregunté.

—¿Me afectó, qué?

—Ya sabes... mi muerte.

Sentí cómo se me secaba la garganta y se me llenaban los ojos de lágrimas, parpadeé varias veces disimulando y suspiré.

—¿Crees que no?

—No, de hecho, parece que te afectó mucho.

—Bueno, no han sido años felices... ya sabes... Chris murió.

Abrió los ojos como platos tambaleándose hacia atrás un par de pasos.

—¿Sanz? —Asentí haciendo una mueca y respiré profundo. Sacudió la cabeza carcajeando y se llevó una mano al estómago al momento de reír tan fuerte— ¿Quién te contó tal cosa?

Levanté la mirada de golpe y fruncí el ceño. ¿A qué estaba jugando?

—Murió hace poco más de una semana. ¿De qué hablas? ¡Estuviste en el funeral!

Su expresión se volvió fría y tragó saliva, como quien revela secreto que no debía.

—¿Cómo sabes que estuve ahí? —preguntó frunciendo el ceño.

—No lo niegues, sé que estuviste ahí, sentí tu calor... ¡Sé que estabas junto a mí! ¡Ese calor no era de Roy!

Rodó los ojos fastidiado y negó con la cabeza.

—Nath...

—Christopher Sanz, no estaba en ese ataúd.

Dijo con seriedad y desapareció.

¡¿A caso todos se estaban volviendo locos?! ¿De qué estaba hablando? ¡Todo esto es una locura!

Descargué un golpe en el colchón de la cama y me tiré al piso a llorar. Odio esto, odio ver a Nathaniel, odio estar aquí soportando como Roy y esa chica se coquetean mientras a mí me dejan a un lado, quiero ir a casa.

Debo ir a casa.

Tomé mi celular y verifiqué que efectivamente estaba fuera de servicio, estuve dormida todo el camino ¿Cómo iba a regresar?

Salí de la habitación a hurtadillas, intentando no llamar la atención, debería ver cómo salir de ahí sin que nadie me viera, en especial, Roy y Angelina quienes jugaban afuera. Suspiré recargándome en el barandal pasando una mano por mi frente.

Cuando de pronto unas manos se posaron en mi espalda impulsándome hacia adelante.., hacia abajo.

Solté un grito mientras caía y simplemente pude sentir el impacto de mi cuerpo chocar contra los escalones, un dolor infernal recorrió todo mi cuerpo en cuestión de segundos, intente aferrarme al barandal pero rodé por todas las escaleras hasta llegar al piso, caí boca abajo, me sentía sin fuerzas y todo aquel dolor se recorrió por mi cuerpo una y otra vez intensificándose más.

Abrí los ojos poco a poco mientras escuchaba los gritos lejanos de los chicos, vi un par de zapatos arrodillarse frente a mí y supe que era Roy, hice una mueca de dolor y solté un gemido cerrando los ojos.

Sentí unas manos rodearme la espalda mientras me elevaban y puedo jurar que solté un grito espantoso, el dolor era insoportable, las lágrimas corrían por mis mejillas bajando por mi clavícula y mi cuello.

Abrí los ojos y mi vista se centró en las escaleras, en el segundo piso, recargado junto al barandal... estaba Nathaniel.

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Lamento si es algo corto pero quería dejarlo así como con el impacto xD

Ahora, pónganse contentas porque todos los días después de la escuela me pongo a escribir y es PROBABLE que suba capítulos seguidos, no digo que de un día a otro pero por lo menos ya no tardaré un mes. xdddd

Las invito a leer mi novela "Conexión" por ahora sólo tiene el prólogo pero me han dicho que es muy interesante (Igual tiene que ver con fantasmas y eso pero en ese caso los fantasmas son los principal, no cómo aquí) Espero hoy poder subir el primer capítulo más uno de "Eres tú" xD Las quiero.

MIL DISCULPAS


Camino hacia el corazón de Azul ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora