» capítulo cuatro

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«Paul en multimedia»

- Bien, chicos, vosotros estáis a mi custodia así que intentad no meteros en muchos líos. -nos avisa la profesora Isabel.

Hemos llegado ya al instituto de Venecia y cada profesor se ha reunido con su grupo. Isabel nos ha estado explicando a Trevor, Marina y a mí todo lo que vamos a hacer en el día de hoy.

Nos ha dicho que iremos al instituto y que haremos clase como si fuésemos alumnos. En Italia aún no han acabado las clases, dice que les falta una semana por lo que debemos adaptarnos a la nueva aula que nos asignen.

Ha explicado que hoy tenemos que estar solo una hora en clase, ya que hemos llegado algo tarde y tan solo le quedan a los italianos sesenta minutos para volver a sus casas.

Después de esa hora de clase, nos ha comentado que tenemos que volver al salón de actos para que nos entreguen la ficha de la familia en la cual nos tocará pasar las vacaciones de verano.

El colegio es bastante raro comparado con el de Madrid. Hay mucho verde y demasiadas escaleras. No sé muy bien si estaré a la altura de toda esta experiencia pero aún así espero disfrutarla.

El salón de actos es parecido al de Madrid, por cierto. Hay bastantes butacas para sentarse y admirar el gran escenario, el cual incluye a los lados el telón rojo. Se ve que eso no cambia en los países.

- No estoy muy segura de saber volver aquí. -comenta Marina mientras observa la gran sala de actos.

- No te preocupes, la clase que os asigne estará en el piso de arriba y las escaleras están aquí enfrente, por lo que no deberías tener muchos problemas.

Marina asiente pero veo en sus ojos que sigue preocupada por perderse en este extraño instituto.

- ¿Iremos juntos a clase? -pregunta Trevor posando sus ojos sobre mí unos segundos y luego, en Isabel.

- Me temo que no. Ahora os digo a cada uno donde debéis de ir. -abre la carpeta que tiene entre sus manos y observa una hoja. - Trevor, te toca en el aula 211. Irás una hora a clase de Física.

- ¿Física? ¿En Italiano? -carcajeo sin poder reprimir mi risa.

- Muy graciosa. -refunfuña el chico de ojos azules con una leve sonrisa.

Trago saliva al darme cuenta de mi ligero cosquilleo en el estómago.

- Marina, tú irás a clase de Inglés. El aula es la 210.

- ¡Genial, estoy a tú lado! -se alegra Marina y abraza a Trevor.

Mi ceño se frunce ligeramente al ver la escena, por lo que aparto la mirada y me concentro en lo que me tocará a mí.

- Y, por último, Ariana. Estás en la clase 225, te ha tocado Italiano.

- ¿225? ¿Tan lejos? -murmuro procurando no mostrarme muy afectada.

- Ya podéis iros, recordad que cuando se termine la hora tenéis que volver aquí.

Salgo de aquella sala y me concentro en subir las escaleras. Aprieto mis puños al sentir que está cerca el momento de ser la nueva, no quiero serlo pero aquí estoy.

Una punzada en el pecho me hace recordar a Sandra. Ella sigue enfadada conmigo, todo sería mucho mejor si estuviera aquí.

- ¡Espera, Ariana! -la voz me resulta conocida y me hace mostrar una sonrisa.

Dejo de subir escaleras y me giró en busca de aquel afroamericano que me ha alegrado el viaje.

- Hola, George.

Across Italy [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora