Capítulo 2

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De repente noto que todo está en silencio, así que al ver que Tom se marchaba me desvisto en mi habitación.


Me quedo en boxers, me coloco una playera y después me siento en la cama para meterme dentro en ella.


Trato de relajarme , relajar mi cuerpo en la cómoda cama, pero siento que tanto mi cabeza como mi corazón funcionan de noche y no paro de pensar en cosas estúpidas.


Me doy cuenta que por más vueltas que dé en la cama es inútil, que no puedo conciliar el sueño. Cada noche era frecuente que me sucederan éste tipo de cosas.


Siento como si el corazón no tuviera sueño. Aún siento ése gran vacío que ha dejado en mi vida. Me hubiera gustado que me quisiera otra vez, como si nunca nos hubieramos hecho daño.


Cada noche siento que los recuerdos me atacan fuertemente, me hacen sentir que no valgo. Me hacen caer.


Suspiro y noto que alguien se acerca a mi habitación abriendo la puerta muy despacio. Noto su mirada, pero después se apoya en el umbral de la puerta, noto que me observa algunos minutos sin decirme absolutamente nada.


Me siento en la cama, apoyo la espalda en el respaldar, me siento algo resignado. Suspiro hondo mirando hacia la pared sintiéndome desganado.


Volteo la mirada hacia la puerta y allí estaba él. Se me acerca, se sienta a mi lado, noto sus brazos rodearme. Cierro los ojos y me hundo entre mis pensamientos, asi como tambien aquellos sentimientos confusos. Se me salen algunas lágrimas..porque no puedo evitarlo.


Suelto un suspiro pero él no dice nada, se mantiene en silencio.


Mis ojos se humedecen, en cada respiro que doy, siento como si mi corazón se encojiera un poco más. Siento como si muriese de a poco..siento como si me hundiese más y más en un agujero sin salida.


Siento que con cada aliento que tomo, pierdo la fe, la intuición y me ahogo en estúpidas lágrimas.


Que lucho contra la lujuria, contra aquello que me hace daño y me siento débil. Las imágenes del pasado me atormentan y siento que caigo. Pero con el tiempo todos nos escondemos en una mascara de heroes.. Ocultamos lo que nos pasa, fingimos una sonrisa. Aquellas


cicatrices en nuestras caras, muestran los restos de aquel amor. A veces no se sabe lo que es la vida, hasta que mueres por ella.


Aunque siempre en esta vida


tenemos lo que nos merecemos.



Me derrumbo..



El dolor vuelve chocando contra mí. Aquél sentimiento me sofoca.


Me acuerdo de nosotros , me acuerdo cuando la conocí por primera vez, pero el sentimiento está mal..por más vueltas que le dé al asunto.



Tom se separa y me mira con extrañeza, sus ojos castaños claros me miran de manera curiosa. Me toma de la mano y acaricia éstas entre las suyas. Siento aquella paz tan buscada. Me examina. Sé que siente lo que yo estoy sintiendo.


Suspiro hondo pero él se separa, se recuesta rápidamente en mi cama. Me toma del brazo y me jala mas hacia él. No lo pienso dos veces, y me recuesto a su lado, él me cubre con sus brazos.


Me siento completo, siento que nada ni nadie puede hacerme daño entre sus brazos.



-Estás seguro que Ria no vendrá.?- Le cuestiono dudoso entre un susurro, y noto sus manos acariciarme el cabello lentamente.



- No vendrá, no te preocupes. -


Habla murmurando confiado y me da un cálido beso sobre la frente.



Suspiro bajo, me siento realmente bien a su lado.


Lo abrazo pero me acomodo entre los mismos buscando más comodidad. Cierro los ojos y siento como cada vez me quedo dormido.



Al día siguiente, me despierto.



Se podían oír los ruidos en la sala o no se dónde. Los chicos estaban levantados y yo fui el último en despertar. Me dirijo para asearme y veo a Ria con Tom, ellos hablan bajo, parece que están discutiendo sobre cosas que no entiendo.


Sin dudarlo entro al baño, me desvisto, me meto a la ducha dejando que el agua corra por todo mi cuerpo. Me pongo a pensar hasta donde he llegado, pero otra vez pienso en aquél pasado.


En cuanto termino de ducharme, me visto, me arreglo más de la cuenta. Salgo y saludo a todos, mientras los miro.


Gustav y Georg hablaban con Nat, pero al aparecer éstos se dispersan al verme




-BUENOS DIAAS! .-



Hablo alto carismático al llegar hasta la mesa, Georg se levanta y busca una taza. Después de cortos segundos, veo que Gustav se me acerca con una taza de café. Me la da, le agradezco.



-Aqui tienes, buen dia- . - me habla Gustav.


pero luego oigo que los chicos vienen hacia la mesa.


-Buenos días Queen!-



Me habla Georg, y yo le saludo.



-Buenos días Billy-.-Nat me saluda me sonríe y se sienta a mi lado.



Suspiro y Tom me sonríe de aquella punta, aún está hablando con Ría.. Y veo que me saluda con la mano.



Suspiro y bebo de a poco mi café, desbloqueo mi móvil y veo las noticias en él.



La verdad que todo se mantiene tranquilo cuando viene Ría. No sé porque, los Gs se hablan y bromean entre sí. Noto que se empujan y ríen, se divierten mientras yo me mantengo callado.



Natalie me medio abraza de costado sin razón me besa la mejilla.


Me pregunta cómo estoy, le digo que bien. Después habla sobre algo que no comprendo por estar viendo a Tom.



-Disculpame, ¿que haz dicho Nat?-


Pregunto concentrandome en sus palabras pero la miro a los ojos. No podía concentrarme lo suficiente.



-¿Llevaras a Pumbi en el día de hoy?-



Me pregunta y me mira muy relajada


Sé que ella también tiene cosas para hacer y siento que se preocupa demasiado.



-No, es mejor que se quede aquí, y cuidarás de él?-



Le pregunto suspirando, sé todo lo que pasará si pumba me acompaña.


Sé que nos acosaran los papparazis, en cuanto nos vean se volverán locos.



-Por supuesto, Billy!-


Me lo dice con ése ánimo que envidio.


Miro a mi mascota, y lo alzo en brazos. Pumba era como mi hijo y siempre necesitaba cuidados especiales.




El dia se mantuvo en orden.



La razon por la que me he convertido en alguien tan serio, frío y con poco sentido del humor se debe a lo que me sucedió muchos meses antes a ésta realidad.


Todo comenzó desde el dia que la conocí.


Rojo CarmínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora