Capítulo 8

357 15 2
                                    


Jamás voy a olvidar el momento en que nos convertimos en algo más que amigos. La parte de la amistad ya la teníamos bastante dominada, era la tensión sexual la que se nos estaba saliendo de control. Era algo de lo que no hablábamos, ya hasta nosotros mismos nos creíamos el cuento de que nos teníamos un amor fraternal pero nuestro comportamiento no demostraba precisamente eso.

Todos los que estaban a nuestro alrededor estaban acostumbrados a nuestros juegos y coqueteos, no había mucha diferencia entre la interacción que teníamos como Mía y Miguel a cuando éramos sólo Any y Poncho. Y era frustrante, me moría de pena de hablarlo con él, además que tal si no me correspondía? Yo sabía que sí, lo podía sentir, pero a una le entran todo tipo de dudas e inseguridades en rollos como éstos. Y a pesar de que son situaciones que se disfrutan, ya estábamos en una bastante incómoda.

No sé si sea normal, pero hay un punto en que ya no entiendes razones, ya te valen las consecuencias, lo que quieres es acabar con esto que te está atormentando y listo, pasar a otras cosas. Más o menos así puedo explicar lo que pasó esa noche. Fue una noche de esas de concierto en otro país, esos conciertos en donde las dos horas nos la pasamos increíble en el escenario, todo era sonrisas, miradas intensas, acercamientos provocativos y demás. Y como es de esperarse uno termina con una adrenalina impresionante y digamos que bastante alborotado.

"No Any espérate...."

"Ay Tonto! jaja, ya mero te cierro la puerta en la mano, que quieres eh? Me tengo que cambiar... Pero pásale"

Ni tiempo me dio de saber que estaba pasando, en dos segundos se acercó a mí, me tomó de la cara y me besó. No fue cómo me imaginé que sería, no fue un beso tierno, ni tampoco un roce lento de labios. Fue mejor. Fue perfecto, lo que necesitábamos los dos. Apasionado, desesperado, diferente. Diferente a las miles de veces antes que nos habíamos besado. Esto era sólo para él y para mí, no había ni televidentes ni público presente como testigo.

Nos separamos sólo el tiempo suficiente para tomar aire, ninguno de lo dos queríamos hacer pausas grandes que se pudieran prestar a remordimientos o sentimientos de culpa. Y así como uno tiene esos arranques de valemadrismo también a uno le llegan esos de sensatez. Y me asusté. Me asustó lo que estaba sintiendo por Poncho, y las cosas pasan por algo, y pasaron justo cuando todo estaba subiendo de tono. De repente se me vinieron mil preguntas a la cabeza. Y Dulce? Y la banda? No se suponía que era sólo por cuestión de hormonas? Una vez más nadie me advirtió lo que iba a sentir en el corazón. Así que me asusté, y sé que él también, los dos preferimos detener lo que estaba pasando en esa habitación. Pero en lugar de sentirnos incómodos fue todo lo contrario, como que nuestra relación (por llamarla así) pasó a otro nivel, ahora si ya éramos algo más que amigos. Ya no había marcha atrás. Y las cosas siguieron su rumbo, había un entendimiento entre los dos, era algo secreto, otro más. Me sentía su cómplice, y eso me encantaba.

Mensaje editado por deanii

Confesiones...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora