Los pensamientos de Lovino

Capítulo VIII. ¿Ella?

Estuve un poco resfriada por eso demore xD

Lovi: pos bueno ha nadie le importa :'v

(~°w°)~~(°w°~)

Eran las dos de la mañana y el maldito celular comenzó a sonar incansablemente, los tres nos despertamos de mala gana, y como el aparato era el mio baje de la cama para ir a contestar.

  -  ¿Quien chucha llama a esta hora? -preguntó manuel escondiendose bajo sus mantas.

  -  Alguien nesecitado -contestó Emil.

Suspire y conteste el movil, era desconocido más le valía que fuera realmente importante.

  -  ¿Que quieres? -pregunté de mala gana.

  ~  No te atrevas a acercarte a ella, o terminaras muerto ~dijo él.

  -  ¿Perdón?

  ~  Ella no es lo que tu crees, ella es peligrosa, no te acerques a ella.

  -  ... ¿Número equivocado?

  ~  No, se muy bien con quien hablo, Lovino, y tu sabes muy bien con quien hablas.

Trage saliva, si yo tambien se con quien hablo, y eso es lo que NO me gusta de esto.

  -  Bien, bien, ¿pero quien demonios es ella?

  ~  Alguien que deberías ya conocerla, por desgracia.

Camine hasta encerrarme en el baño para que los otros dos no escuchen.

  -  Explicame bien quien mierda es ella, Luciano.

  ~  Tenme respeto, no te dire nada si me tratas como un igual.

  -  ... -gurde silencio unos segundos-  Padre, puedes explicarme quien es esa tal ella -dije recalcando el sarcasmo en cada palabra.

  ~ ... -hubo un silencio y escuche disparos, no me preocupe, pero si me asuste el repentino cambio de sonido- Tendré que dejarte, tengo unos asuntos que resolver, arrivederchi

  -  ¡h-hey!

Me quede mirando el "llamada finalizada" y me fui a acostar nuevamente, no pude conciliar el sueño en una hora pensando en quien era ella.

(~°w°)~~(°w°~)

Estuve todo el día pensando en quien era esa tal ella, y analizaba a cada chica que alguna vez conocí en esta cárcel, ahora estando en el comedor no podía dejar de pensar... ¡No tengo ni puta idea que hice en todo el día!

  -  ¿Lovino? ¿Te encuentras bien? -me preguntó una voz a mi lado- Estas algo ido...

Gire la vista encontrandome con Emma.

  -  Estoy bien -respondí.

  -  No lo parece, en verdad has estado muy distraído el día de hoy -dijo Govert.

  -  ¿Hay algo que te preocupa? ¿Algo en que te podemos ayudar? -preguntó la rubia.

  -  No, son cosas personales -susurre jugando con la comida.

  -  Si no quiere decir, no hay nada que hacer -dijo Govert levantandose de la mesa.

  -  Lovi~ vamos dime lo que sucede -insistió Emma.

  -  En verdad nada importante, solo son cosas mias.

Termine mi almuerzo e iba levantarme entonces Emma me detuvo tomandome un brazo.