Capítulo XVIII. Rescate.

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Comenzamos a caminar hacía la academia, ya era de noche y hacía algo de frío. Íbamos en silencio, ella sumisa en sus pensamientos y yo en los mios, bueno entre comillas porque ciertamente no pensaba en nada.

Esperen... Isabel dijo que si me mataba a mi salvaría a Louise... Pero yo estoy vivo... Por lo que... ¡Oh merde!

  -  Un momento -dije, deteniendo el caminar de ambos- ¿Que pasa con Louise?

  -  ... -me miró con sus grandes ojos verdes, entre una mescla de terror y la nada misma- mierda... Yo... Yo me encargo de ello... -sacó su celular buscando un número, o eso creo.

  -  ¿Como? ¿Donde mierda está Louise?

  -  Yo sé como... -se puso el celular en el oído- en Alemania.

  -  ¡¿Alemania?!

Hubo un minuto de silencio, Isabel se notaba cada vez más nerviosa, y yo aun no reparaba como me debía sentir, es decir, no tengo ni la más mínima idea de lo que estaba pasando realmente. Me quedé esperando mirándola.

  -  Soy yo, Isabel la sobrina de tu jefe -dijo en un tono de voz algo... Coqueto- ¿Mi tío? ¿Esta muerto? No creo que lo hayan matado (...) no le he visto (...) Bueno por que lo sé (...) YO soy la que le conoce -hubo un gran silencio en el cual pude notar que cada vez estaba más se enfadaba- ¡¿como te a través a decirme eso?! (...) ¡C-callate! -vi como lágrimas se comenzaban a asomar por sus ojos- no sigas (...)

Para aquello ya tenía suficiente rabia acumulada. NADIE hace llorar a una mujer, frente a mi ojos, hijos de puta sin educación. Le quité el celular de la mano recibiendo una mirada entre enojada, curiosa, sorprendida y triste. Mucha emociones juntas para la simple y alegre Isabel que yo solía conocer.

  Hey, perra ¿te comieron la lengua los ratones? -escuché del otro lado del movil.

  -  Sucede, estúpido bastado, que la única supuesta perra es la pobre mujer que te engendró -dije, Isabel reprimió una risa.

  ~  ¿Con quién hablo? -preguntó, vaya, me esperaba un insulto.

  -  Alguien que conoce al famoso Luciano Vargas -contesté con simpleza.

La llamada se cortó.

  -  ¿Conoces... A Luciano Vargas? -me preguntó Isabel, asentí- Ese hombre tenía al clan de mi tío en grandes problemas...

  -  ¿Sì?

  -  Sí, ¿ahora me vas a decir que eres familiar de Luciano? -preguntó esperando la responta afirmativa.

  -  Hijo, para ser exactos.

(~°w°)~~(°w°~)

  -  Me acabo de enterar que seré abuelo -dijo Luciano desconcertado.

  -  Pensé que lo sabías -dije- pero lo que importa, ¿la salvarás?

  -  Ya tengo a mis hombres trabajando en ello, lo siento por tu clan, pero creo que hoy será su último día -miró a Isabel. La cual hizo un gesto con los hombros restándole importancia- Chica, eres interesante, me agradas.

  -  Me alegra saber que le agrado a mi suegro -comentó Isabel sonriendo inocente.

  -  ¡¿SUEGRO?! -preguntamos o mas bien gritamos al mismo tiempo.

Luciano comenzó a reír, mientras aún procesaba la información, es cierto que con Isabel nos declaromos e hicimos toda esa mierda cursi que hacen en las películas, pero no recuerdo... Oh, cierto, ella me lo pidió.

Los pensamientos de LovinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora