Capítulo 8

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Estaba tan ilusionada que no pude negarme. La llevé al salón, donde me puse con el piano. Canté y toqué Me gusta así de Michelle Jenner. Pero acabé soltando lágrimas. Cerré los ojos, fuertemente para que no saliera más de lo debido.

-¡Es hermosa!-Exclamó feliz.

Miré al techo.

-Sí, lo es.-Susurré.

-Sara, ¿Qué quieres cenar?-Le preguntó Byron.

-¿Eres su novio?-Le preguntó ella.

-No, soy un amigo.-Dijo él.

-No lo parece...-Dijo ella no muy concenvida.

-Sara, voy a hacerte la cena.-Dije seria.

-Vale.-Dijo ella.

Cuando terminó de cenar se fue a dormir y a Byron y a mí nos tocó dormir en mi cuarto.

-¿No tienes sed?-Me pregunta.

-No.-Dije dándome media vuelta para no verle.

Aunque fue inútil estábamos en la misma cama... Me rozó el cuello con sus dedos.

-¿Puedo?-Me pregunta.

Me giro y le miro.

-¿Sabes acaso en qué situación estamos?-Le pregunto molesta.

-Ren, tengo sed y tu solo piensas es que estamos en la misma cama.

-Ya veo, solo me quieres para beber.

-Eso no es verdad.-Dijo serio.

-Demuéstralo.

Me besa, sí, lo hace. Lo acepto y nos fundimos en un beso salvaje y profundo.

Al separarnos jadeantes, bebe un poco de mi sangre y después...

-L-lo siento...-Dijo Al girándose, supuse que entró por la ventana.

-¿Qué ocurre?-Le pregunta Byron muy molesto.

-Yo... Esto... Es... Es Elliot, quiere verte.

-¿Ahora?-Le pregunto.

-Sí.

-¿No puede ser mañana?

-No.-Dijo Elliot, entrando.

-Bajad la voz por lo menos.-Susurró Byron.-Sara está durmiendo en el otro cuarto.

Todos asintieron, Al se marchó.

-Quería hablar contigo sobre tus mascotas.

-¿Mis qué?-Pregunto.

-Mascotas, esos dos magos y su familiar.

-Ah, ellos... ¿Qué pasa?

-No lo aceptan.

-Sabías que había gente que no lo iba a aceptar.

-Pero de ahí a que ataquen...

-¿Ryu también?-Pregunté extrañada.

-No pero a veces sí.

-¿Entonces su abuela... La mató tu manada?

-Aquella vieja casi destruye la reserva.

-¡Era la abuela de Ryu!-Exclamé.

-No lo sabía...-Dijo Elliot afectado.

-Pídele perdón, antes de que haga una locura.-Dije seria.

Él asintió y se fue. Miré a Byron.

-¿Cómo lo supiste?

-Me lo encontré y me lo contó. Ya no...

-No. Buenas noches.

-Buenas noches.-Dije algo decepcionada. Se durmió pero yo de madrugada me desvelé, no podía dormir.

Bajé al salón, a ver por la ventana. La noche era hermosa.

-¿Qué haces despierta?-Me pregunta Sara, frotándose los ojos.

-No podía dormir.-Dije, mirándola.-¿Sabes lo que se hace en estos casos?

-¿Leche con canela?-Pregunta ilusionada.

-Sí. Voy a hacerla.-Dije, le doy un beso en la frente, se parecía tanto a mi hermana.

Al terminar de calentar la leche y echarle canela, se la bebió. Y ya empezó a bostezar de sueño. La llevé a su cuarto, tendiéndola en su cama.

-Buenas noches.-La susurré. Ella se quedó dormida.

Me fui a mi cuarto, estaba despierto.

-¿Tu tampoco puedes dormir?-Le pregunto.

-No puedo dormir porque me despierto y no te veo.

-Byron... Yo...

-¿Ahora tienes sed?

-No, ahora quiero besarte.-Dije bajando la voz. Pero sabía que me había oído ya que había sacado una sonrisa malévola de sus labios.

Se acerca a mí, lentamente. Nos besamos y acabamos tumbados en la cama.

~Volviendo a Vivir~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora