Girls like girls.

Nueva vida.

Cumplí mis 18 al fin y tenía que ir a la universidad, tenía ganas de ser mayor de edad pero no ir a la universidad. Yo soy Ashley, una chica normal, mi pelo era castaño y ondulado, mis ojos marrones nada especial y mis labios eran algo pequeños.

- La universidad, nueva vida, joder. - Dije.

Iba montada en el coche donde me llevaba mi madre de camino a la universidad, le notaba un poco nerviosa.

- ¿Por qué tan nerviosa?

-Porqué mi hija se va lejos, tendrá muchas movidas adolescentes de esas y no quiero que te drogen o te dejen preñada. - Pudo decir.

- Tranquila mamá, no va a pasar nada. - Le dije mirandola con una sonrisa.

Ella me la devolvió, tendré que ir a fiestas a conocer personas pero no dejaré que ningun tío borracho se me acerqué y me drogue o me deje preñada. No seré tan gilipollas.

Después de un largo viaje llegamos a la entrada de lo que sería mi nueva vida, me bajé e intente sacar las maletas, mi madre bajó a ayudarme.

- Te echaré de menos, Ashley. - Me dijo con un beso en la frente.

- Yo también mamá. - La abracé.

- Y que no se te olvide, debes buscarte un piso. - Me guiñó un ojo.

Se volvió a montar en el coche tras despedirnos, mientras yo fui a la universidad a guardar las maletas mientras buscaba el piso.

Tras varios pisos vistos en la web, encontré uno que era perfecto y tenía suficiente dinero para pagarlo, me veía obligada a compartir piso con una tal Catherine ya que no tenia suficiente dinero para pagar otro, dejó su teléfono movil en la web y decidí llamarla.

- ¿Ho-Hola? - Dijo ella.

- Si, em, hola, me llamo Ashley y te llamo...

- ¿Por el piso?

- Sí, por eso.

- Quedemos mañana en la universidad.

- De acuerdo. Chau.

- Chau, Ashley.

Ya tenía piso, Catherine parecía una chica muy maja, estaba deseando vivir con ella y saber como es. Mientras me quedé en una habitación que me dieron la universidad para dormir esa noche.