CAPÍTULO 1

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Mi nombre es Marina Madrigal. Vivo con mi abuelo desde que mi madre murió. Fue el día mas triste de mi vida tan solo tenía 10 años y me había quedado sola porque tampoco sabía nada de mi padre.

Mi tía Alicia me quería llevar con ella para cuidarme pero mi abuelo le pidió que permitiera que me quedará con él.

- Está bien te puedes quedar con ella solo hasta que cumpla 17 años y ella se vaya conmigo su último año de preparatoria. Dijo.

- Gracias hija te juro que la voy a cuidar durante estos 7 años. Dijo mi abuelo.

- Gracias abuelo yo me quería quedar a su lado. Le dije.

- Viste ahora vamos a estar juntos siempre. Dijo y me abrazó.

Pasaron los años y cumplí 17 años pensaba que mi tía ya me iba a venir a buscar para irnos pero parecía que se había olvidado de aquel trato que hizo con mi abuelo pero a mi me parecía excelente idea ya que me podía quedar con mi abuelo aquí en Acapulco.

- Abuelo voy a salir un rato para tomar aire. Ya regreso. Le dije.

- Está bien. Cuídate. Me dijo.

Nunca me imaginé que al salir ese día me iba a encontrar con el amor de mi vida.

Iba camiando cuando de pronto me tropecé con alguien.

- Disculpeme. No lo vi. Le dije.

- No perdoname tu a mi. Me dijo.

Nos miramos y fue como un flechazo que me dieron. Era rubio, con ojos verdes y piel blanca.

- Disculpame. Me llamo Alejandro. Dijo.

- No disculpame tu a mi. Me llamo Marina. Le dije.

- Bueno que haces por aquí. Me dijo.

- Vine a ver si hoy podía surfear. Le dije.

- Te gusta surfear. Me preguntó.

- Sí. Me encanta. Le dije.

- A mi también. Por que no surfeamos juntos. Me dijo.

- Me parece una gran idea. Le dije.

Fuimos a surfear nos la pasamos muy bien fue uno de los mejores días de mi vida.

- Bueno nos vemos mañana aquí mismo. Me dijo.

- No sé. Le dije.

- Como que no sabes. Dijo.

- Esperame aquí mañana a las 10. Le dije.

- Entonces nos vemos aquí a las 10. Dijo y me dio un beso en la mejilla y se fue.

Llegué a la casa.

- Hola abuelo. Dije.

- Hola mi vida. Donde estabas. Me dijo.

- En la playa fui a surfear. Dije.

- Ahhh me parece una excelente idea si te gusta tienes que hacerlo. Dijo.

- Te tengo que contar algo. Dije.

- Dime. Dijo.

- Conocí a un chico super guapo y lo mejor que le gusta el surf. Le dije.

- En serio. Haber cuentame más. Dijo.

- Se llama Alejandro. Y lo site mañana en la playa. Pero no se si ir. Dije.

- Haz lo que piensas que es mejor. Dijo.

- Entonces si voy. Le dije.

- Cuidado también. Dijo.

- Una pregunta no ha llamado mi tía. Le pregunte.

- No. Dijo.

- Mejor así ya no me voy. Le dije.

- Por ahora. Dijo.

Fui a mi cuarto y no dejaba de pensar como iba hacer mi encuentro mañana con Alejandro.

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