Capitulo diecisiete: No eras lo que pensé.

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Delia estaba a punto de entrar atrás del auto de su padre, y le susurre:

-¿Eso es lo que quieres hacer? –Y ella me devolvió el susurro con un sí.

-Es justo-Le respondí.

Ella entro y se sentó en la cajonera silenciosamente, yo solo la cuidaba desde la ventanilla del auto, mirándola y observándola desde afuera, a los cinco minutos la mujerzuela abrió la puerta delantera del auto y coloco en el asiento unos bolsos sucios y mojados llenos de ropa, supondría que es de ella, por las flores que posaban en este, y se sentó bruscamente en el asiento del automóvil. Esta vez su cabello estaba despeinado y con una melena descuidada, saco un perfume de vainilla y miel y se lo puso. Su olor, la transpiración que llevaba y ese olor inmundo, te daba ganas de vomitar, se miró al espejo, se puso un poco de rubor y rímel, y agarro un caramelo de miel de su bolsa.

Al rato nuestro padre llego con un mapa en las manos y dijo:

-Para que no nos perdamos- Rió a carcajadas, la mujer le miro seriamente y el la ignoro mientras ponía sus robustas manos en el volante y condujo.

A las dos horas seguíamos en el auto pequeño y gris, el padre dio la vuelta y...Delia se golpeó al costado del auto fúnebre. Cuándo oscureció, salieron del auto e hicieron camping en una cabaña cerca de un lago cristalino, donde había cerca un restaurante que se llamaba" Eliot" donde era pizzería, hamburguesería y heladería, todo en uno. Salió de la puerta trasera del restaurante una anciana con moretones en su piel, llorando. Sentí como se partía mi corazón por esa anciana que llevaba un delantal. Se sentó en unas hamacas que habían cerca de ahí, y lloraba a sollozos, y me hacer que a ella.

-No sé, hice todo lo que pude, no puede hacerlo mejor o hice lo mejor, pero no me valoraron.

-¿Quiénes?

-Mi jefe, era el peor del mundo, tengo una hija con cáncer, la amo y sus medicamentos cuestan mucho. Ese era el único trabajo que tenía y gozaba de en serio, pero la verdad no sé qué hice de mal.

-Las personas nunca valoran lo que tienen, hasta que lo pierden. Tu hija se curara, el amor es la mejor cura que hay, eres una persona buena y te mereces todo el mundo en tus manos, ya conseguirás otro trabajo mejor. Se perseverante, y haz el bien con el corazón y la cabeza y todo será mejor. Reza por lo que necesitan como lo haces ahora vos. Todo será recompensado y beneficiado.

Existían personas que me odiaban porque era una mala persona y cambie a lo mejor, ahora soy diferente pero esas personas nunca me conocieron para hablar de mí de aquella manera. Sus palabras me destruían, sabía que pensaban mal de esa forma de mí, su desprecio y odio. Perdí a las personas que más amaba, pero sus palabras me hicieron más fuerte y no voy a parar por cosas que salen en las bocas de los demás, soy mejor que eso. No me voy a caer como lo hice cientos de veces, valgo más de lo que dicen...Soy hija de Dios, y él era el único que estaba cuando estaba completamente sola y perdida, sin saber a dónde ir. No hago todo perfecto, pero siendo su hija soy perfecta con mis virtudes y mis imperfecciones. Él era la única persona que escuchaba mis llantos y veía ese grifo abierto que estaba adentro de mí, sabía lo que sentía, sabia mis arrepentimientos...Solamente, sabía todo de mí y me quería sin importar nada, y si el Dios me supo entender y querer ¿Porque a las personas que perdone y ame antes ,no me supieron perdonar? Es una pregunta que vive en mi mente siempre.

De entre las sombras salió el y su escalofrió. Pálido y esos ojos brillantes grises de un segundo a otro se convirtieron en un rojo fuerte y sinceramente,no parecía el. Me dijo:

-¿No te cansas de ser tan buena?

-Nunca me cansare de ayudar a los demás, mi corazón no va dejar de latir.

-Te ves tan estúpida creyendo eso.

-¿Qué tiene de malo ser así? No soy una imbécil, yo si me decepciono de las cosas malas que hago...Sin embargo, yo si tengo corazón.

-Tú no sientes lo que yo siento.

-Porque yo si tengo sentimientos.

-¿La cuidaras siempre?

-¿importa?

-Ya te importara cuando le pase algo.

- A mí me importara más cuando te pase algo.

-¡Wow! La Ángel se enojó ¿Debo correr?

-Deberías.

-No lo haré, sabes que no te tengo miedo.

- Y yo tampoco a ti.

Se acercó, me suspiro en mi cara, me agarro la barbilla y me dijo:

-Aléjate de tu hermana, será mejor para ti.

-Ya no me importa lo que es mejor para mí.

-Ya lo hará- Se fue y sus sombras tras de él.

No eras lo que pensé, pensé que había algo tierno y dulce detrás de todo ese frió oscuro y creo que me enamore de eso, de algo que no existe. Y nunca existirá.

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