Pov. Suga
Sólo de recordar lo que he hecho con NamJoon me avergüenzo demasiado, por mi conducta, porque me excita pensar en ello.
/¿Desde cuándo me volví un pervertido?/
-Al menos el dolor de mi trasero ha parado- mis palabras hicieron eco.
Estoy solo.
Sacudí mi cabeza, eliminando todos pensamientos que amenazaban con perturbar mi mente.
-NamJoon, Kim NamJoon, sólo debo pensar en él. Me ha preparado comida- Di un brinco de la cama, casi caigo porque me había enredado, pero pude sostenerme del borde de un mueble. Tomé mi ropa interior y salí hacia el comedor.
-Tan bueno como siempre. Tomaré una ducha luego de esto-
Pov. Jin
-¡¿Por qué mierda Rapmon no me ha contestado?! ¡Le hice el favor de avisarle que hay un asesino residiendo en su casa y no me da las gracias! ¡Seguro ya lo ha matado también!-
/¿Eh? No, no puede ser/
-Joder, mejor me aseguro yo mismo-
Llamé al manager diciéndole que estaba enfermo y que no podría ir.
/Obvio que es mentira, yo no soy tan idiota como para no saber cuidarme/
Tomé mi abrigo y corrí a mi auto, dispuesto a hacer cualquier cosa.
/Corre. Corre. Corre. Si no está muerto lo mataré yo mismo, es un idiota/
Es todo en lo que pensaba hasta que me di cuenta de que ya estaba en la puerta del departamento.
-¡Abran!- Grité, reventando el timbre y con la otra mano golpeaba la madera hasta que por fin la entrada se abrió lentamente. Cosa que me desesperó, obligándome a empujarla.
-¿Por qué sigues aquí?- fue lo primero que se me escurrió al verlo ahí parado. Jodido enano.
-Yo... yo también vivo aquí-
-¿Eh? ¿Desde cuándo tienes del derecho de marcar este sitio como tu hogar? Incluso te has tomado el lujo de usar la ducha con toda comodidad- señalé su húmedo intento de cuerpo- ¡Vuelve al asqueroso hoyo del que haz salido, sucia rata!-
/Tal vez me estoy pasando. No. Él se ha deshecho de dos vidas, no merece el trato de "persona"/
-Alguien tan malvado como tú no merece estar con NamJoon- le empujé- ¿O acaso ya te has "encargado" de él también?-
-Yo no me atrevería a hacer algo así- dijo casi inaudible.
-¿Que no? Pero si eso no es problema para ti, ¿o me equivoco?- no le dejé contestar, le dí un golpe justo en la mejilla izquierda. Mezclé toda mi furia en él, tan duro que cayó.- ¡Date cuenta de tu lugar! ¡Sólo estás arrastrando a Nam a tu puto infierno!-
-¡El que debe aprender sobre eso eres tú!- me giré para encontrar el dueño de la voz cuando sentí la misma mejilla arder por una gran bofetada.
-¡Serás hijo de puta! ¡Nadie toca mi cara!- cerré el puño con fuerza, dispuesto a devolver el golpe, pero las enormes manos de ese pelo albino me tomaron por las muñecas, apretándome dolorosamente.
-YoonGi es la persona que amo, así que jódete Jin. Soy consciente de lo que ha hecho, pero soy un adulto que puede tomar sus propias decisiones, ¡y eso no tiene nada que ver contigo!- me soltó bruscamente y se acercó a ayudar al pelirrojo.
/No llores, Jin, no llores/
-¿Estás bien?- preguntó al menor.
-Sí, solo duele un poco-
-Fóllame- les interrumpí.
/¿Qué acabo de decir?/
-Házlo por una vez y no volveré a aparecer delante tuyo- seguí, ambos tenían una expresión sorprendida en sus rostros. Me causó gracia el círculo rojo en el del enclenque, pero no reí.
-¿Cómo puedes pedirme eso? Acabo de decirte que amo a YoonGi-
-No pedí que te enamoraras de mí, solo penetrame y no diré nada a la policía, es tu única oportunidad, decide-
-Bien- respondió luego de unos segundos.
/¿Eh? ¿En serio?/
-Pero que quede claro que esto lo hago sólo por Gi. Nada de besos. Nada de cosas "raras"- miró al menor- En serio lo siento, déjame hacer esto-
-Me niego-
-En ese caso me iré a avisar a todo mundo- amenacé.
-¡Espera!- gritó RM.
-¿Sí?- dije en tono sarcástico.
-Por favor, después de esto estaremos más cómodos y tendremos más tiempo para pensar en algo qué hacer con tu "problema"-
-¿Problema?- dijo la seta en tono severo- ¡Yo quería morir esa noche, y tú me obligaste a seguir respirando! ¡Da igual lo que me pase por la cabeza, si quieres tirarte a medio mundo entonces por mí está perfecto!- y se fue a la habitación más cercana, cerrando tras de sí.
-Espera...- Lo siguió.
-Espera tú- lo detuve por el antebrazo.
-Si no lo haces ahora, haré que lo lamentes por siempre-
-¿Por qué eres así? ¿Dónde quedó el SeokJin que una vez amé?-
-Se tiró por la borda cuando lo abandonaste. En todo caso eso no tiene que ver, empieza de una vez- le ordené.
/Definitivamente lo haré volver a mí, tengo más experiencia que ese gusano/
Me saqué la ropa, exponiendo cada centimetro de piel que fuera posible, no me avergüenza, ya hemos hecho esto incontables veces. Me acerqué a NamJoon, quién no me quitaba la mirada de encima.
-Tú... ¿le has hecho algo a tu cuerpo?- me preguntó con antojo.
-Solo... He mejorado- sonreí con lascividad.
Lo desvestí mientras masajeaba con una pierna su miembro, el cual más temprano que tarde se levantó, lo cual me causaba una gran felicidad, tenerlo a mi merced.
-NamJoon...- jadeé cuando sentí sus dedos juguetear con mi entrada, me hacía estremecer tanto o más que las veces anteriores, me aferré a su pecho, mi aliento contante chocaba con su sudoroso cuerpo.
-Déjame besarte...- le pedí.
-Dije que nada de esas cosas-
-Por los viejos tiempos- no lo dejé contestar, me paré sobre las puntas hasta fundir nuestros labios, tardó unos momentos en corresponderme, pero sabía que estaba tan cegado por el placer que se olvidó de sus principios. Lo empujé dirigiéndolo hasta su cuarto e hice que se sentara al borde de la cama y comencé a chupárselo, con más efusividad que nunca, solo se oía mi saliva mezclarse con su pene y uno que otro gemido salir de su boca, hasta hacerlo salpicar líquido preyacular, en ese momento lo saqué de mí y me puse sobre las sábanas, apoyándome sobre mis codos y rodillas, mostrando mi trasero con amplitud. NamJoon se relamió los labios antes de penetrarme, con brusquedad, me movía de adelante hacia atrás, el tomó mis caderas haciendo más fuerte la sensación, choques eléctricos y gemidos de placer inundaban las paredes que nos resguardaban, hasta llegar al clímax, nos corrimos al mismo tiempo, quedé tan exhausto que solo me desplomé en el colchón.
Desperté, pero mi acompañante no estaba al lado.
/¿Así acaba todo esto? Yo aún lo amo/
Mis ojos comenzaban a aguarse, hasta que la puerta se abrió de golpe.
-¡YoonGi no está!- gritó asustado el de cabello platinado.
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UwUr sólo diré... Nayeli Tierrafría, tu senpai te manda saludos (?
Espero que les haya gustado
