Pov. Jin
-Hola, linda princesa-
-Jungkook...-
-El mismo de siempre, a tu servicio-
-¿Qué es lo que pasa?-
-¿Es que no puedo llamarte para que podamos salir y ya?
-... No lo sé-
-Pues para eso mismo es, ven a mi casa a beber un poco, te traeré a Taehyung si eso deseas- usó un tono de mofa al mencionar lo último.
-Déjalo, no estoy de humor para tus bromas-
-Bien, bien, entonces seamos serios... Trae tu puto trasero abierto hasta acá si no quieres que te reviente a puñetazos- dijo amenazante.
-Joder, sabes que tengo un trabajo al cuál asistir-
-¿Eso es un "no"?- se notó molestia en su voz.
-¡Ah! OK, iré-Pov. Suga
/Debo irme de aquí/
Pude notar que el sol apenas se asomaba y eso me hizo tener más ganas de irme, no tenía ganas de aguantar otra noche. Rebusqué en la habitación hasta toparme con un frasco de lubricante.
/En estos momentos agradezco que Jimin sea un adicto al sexo/
Con mis extemidades inferiores hice un esfuerzo sobrenatural por tirar aquel pequeño frasco morado, ya en el suelo lo empuñé entre los dedos de los pies y lo llevé hasta el alcance de mis manos. Lo abrí y vertí una buena cantidad en mis muñecas y las fui zafando poco a poco hasta lograr liberarme por completo. Tomé una gran sudadera de Jimin que me llegaba por debajo de los muslos, solo faltaba algo y ese algo era encontrar la salida. En el cuarto había una gran ventana, pero yo sabía ya que estaba en la segunda planta, fractura segura.
/Mierda, ¿ahora qué hago?/
Exploré impacientemente toda la zona... nada.
-Entonces la reunión está programada para el sábado, avisaré a todos de que se aseguren de estar presentes, ve y compra lo necesario- se escuchó al otro lado de la pared, acercándose.
-Sí señor-/¡No lo pienses más!/
Abrí la ventana de un tirón y salté apretando los ojos, incluso si moría era mejor que estar en ese inframundo.
/Espera... ¿por qué no estoy cayendo?/
Me giré con terror.
-¿Qué rayos crees que haces?- era JungKook, sosteniéndome de la gran prenda y me empujó bruscamente hacia atrás, devuelto a mi jaula, tenía una mirada que no pude describir.
/¿Preocupación?/
Sea lo que sea desapareció en un segundo.
-¡¿Crees que puedes decidir cuándo irte?!- me soltó una bofetada que me hizo perder el equilibrio unos segundos.
-Yo... solo...-
-¡Silencio!- sacó una especie de látigo y me golpeó con él unas 20 veces. Con cada golpe mi espalda se arqueaba y el dolor recorría cada una de mis ramificaciones nerviosas, indefenso, solo... a cada segundo sentía mi interior morir, marchitarse... la esperanza abandonaba mis entrañas.-Eres un juguete muy chulo, no me hagas desgastarte tanto- tomó mi rostro con tanta delicadeza que parecía tener miedo a romperme y entonces restregó su boca contra la mía, con cuidado... hasta que tomó mi labio inferior entre sus dientes y lo mordió hasta hacerme sangrar, se separó, pude notar una mancha roja en los suyos, pero pronto la lamió sonriendo lascivamente.
/No... no de nuevo/
-Claro que sí, es hora de jugar- me dijo en tono juguetón, como si hubiera leído mi mente.
En un movimiento me giró ahí en el suelo, tomó mis brazos y los pasó por detrás de mí espalda baja, obligándome a sostenerme con una mejilla y las rodillas, dejando mi trasero a la vista.
-Buena idea esa de la ropa, te hace ver más antojable-
Me esposó las manos y al instante empezó a acariciar mis nalgas, haciendo círculos con los dedos dirigiéndolos a mi entrada, entonces fue cuando los retiró y en su lugar usó su lengua, primero rodeando mi anillo anal para después meterla dentro, su saliva humedecía las paredes de mi cavidad de una forma vulgar, me sentía sucio pero eso no impidió que mi pene se pusiera duro. Algunos jadeos se escapaban de mi boca por toda la actividad que sentía mi parte inferior y fue cuando escuché el sonido de una bragueta abrirse, Kook se bajó los pantalones junto a la ropa interior, estaba bastante erecto, la punta rosada de su polla estaba goteando, no tardó en dejar el trabajo oral y penetrarme hasta el fondo con movimientos pélvicos constantes y firmes, estaba siendo violado, pero de alguna forma esta vez lo disfrutaba.
/¿Había algo en mi comida?/
-Parece... que funciona bien- dijo el menor entre gemidos.
Al parecer me drogó, pero en estos momentos no pude tomarle importancia, el placer que sentía era enorme. Luego de unas embestidas más ambos nos corrimos, pero JungKook se recuperó pronto y se acomodó la ropa en su sitio.
-Esp...e...ra...- tomé su pierna entre mis pies.
-¿Qué?-
-Emm...- cerré los ojos y levanté la mandíbula en dirección a su rostro, entreabriendo los labios, rogando por un beso./¡Ese no soy yo!/
Él entendió el mensaje y complació mi petición, después se giró hacia la puerta y comenzó a andar.
-Hoy vendrá un amigo, así que serás preparado adecuadamente y... más te vale no intentar escapar de nuevo, no hay tercera oportunidad- Dicho eso salió cerrando tras de sí.
/¿Qué rayos ha sido todo eso?/
No tuve tiempo de pensarlo más cuando entraron 3 mujeres, me quitaron las esposas y me sacaron de ese sitio, llevándome al baño, donde entre todo me lavaron, mi cabello anaranjado fue teñido de rubio claro, colocaron una especie de maquillaje en mis heridas, haciéndolas invisibles, mi cara también fue pintada y me colocaron además de mi gargantilla de cascabel, una especie de liguero en el torso, haciéndome lucir más como un muñeco sexual.
/¿Quién era esa persona tan importante? ¿o es solo que Kook trata de mantener una imagen imponente teniendo todo perfecto?/
Un rayo repentino de confusión entró en mi pecho.
/¿Por qué siento este sentimiento tan voraz en mi corazón? Algo ajeno a mí... tal vez... ¿NamJoon?... ¿Quién es NamJoon?/
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Perdón por no terminarlo ayer TnT me quedé dormida (llevaba toda la semana sin dormir bien). Por otro lado, la historia lleva más de 1000 vistas ya *0* Muchas gracias!!!!