Una canción - Novela Dieletta (PARTE 2)

Capítulo 1

Violetta se quedó parada frente a las puertas del Studio On Beat. -Qué rápido ha pasado todo. -Pensó.- Y es que hace nada era una nena asustada, que desconocía su talento para la música y se escondía del mundo.

Las cosas habían cambiado mucho desde entonces.

Ahora era famosa, había cumplido su sueño de seguir los pasos de su madre. Porque así sentía más cerca de ella. "La música une al mundo" Solía decir ella.

Porque era verdad, la música unía, y a veces demasiado.

Una voz femenina la sacó de sus pensamientos. Era Francesca.

¡Vilu! ¡Ay, no sabes cuanto te extrañé! -Dijo, abrazándola.-

Cuando se separaron, Violetta pudo ver que había cambiado. Estaba más madura, más mujer. Pero seguía teniendo la misma sonrisa de siempre. Aquella sonrisa que siempre estaba ahí, cuando la necesitaba.

Yo también te extrañé. ¿Qué hiciste en las vacaciones?

Viajé a Italia, y estuve con mi familia. No pasó nada especial, pero me encanto verlos de nuevo. ¡Y sé que a vos sí te pasaron muchas cosas! ¡Contáme, amiga!- Dijo, mientras se sentaban en un banco.-

Violetta miró el reloj. Todavía faltaba para que abriese el Studio. Tenía tiempo para relatarle sus increíbles vacaciones a Francesca.

Había sacado discos, y había viajado por todo el mundo de gira. Las nenas la paraban en la calle, y cada vez tenía más fans. Todavía no podía creerlo, pero lo había conseguido. Había cumplido su sueño. Francesca escuchó todo con los ojos muy abiertos. Violetta era muy talentosa y se merecía todo aquello... ¿Pero por qué no estaba feliz? -Clavó su mirada en los ojos castaños de ella, y detectó lo que temía.- Tristeza. Violetta estaba triste, se le notaba. No la podía engañar. No podía engañar a su mejor amiga.

Vilu... Vos... ¿Vos estás bien?

-Violetta dudó un segundo.- Obvio que sí amiga... No te preocupes. -Añadió, con una sonrisa cansada.-

Francesca asintió. Pero sabía que le pasaba algo, y lo iba a averiguar.

¡Mirá, son los chicos! -Casi gritó Violetta.-

Ambas se levantaron corriendo y saludaron a Andrés, a Maxi, a a Brodwey, a Marco y a León.

A león.

Violetta le dirigió una mirada cargada de odio. Lo había dado todo por él, lo había apostado todo por su amor, y él la dejaba a la primera de cambio. Por lo visto no le convenía estar con una famosa, no quería llevar una relación a distancia cuando se fuese de gira, no quería soportar que los fans los persiguiesen a todas partes y que inventaran romances con otros chicos. Según él, era demasiado.

Francesca entendió lo que estaba pasando. Se despidió rápidamente de los demás y llevó a Violetta a un rincón alejado.

¿Cortaste con León? -Le preguntó, sin rodeos.-

Él cortó conmigo. -Corrigió Violetta, y su voz estaba cargada de rabia.- No quería estar con una famosa.

Comprendo. Pero Violetta, vos... Vos tenés que entenderlo, es muy difícil salir con alguien famoso. Creo que deberíais daros una segunda oportunidad.

Violetta abrió mucho los ojos, sin poder creer lo que estaba escuchando. ¿Francesca, su mejor amiga, estaba defendiendo a León? ¿Al chico que le había engañado? ¿Al que le había dicho que su amor podía con todo, y luego la había dejado plantada?

¿¡Lo estás defendiendo, Francesca!? -Gritó Violetta, y los chicos de los que habían tratado esconderse se giraron hacia ella, incluido León.- ¡No lo puedo creer!

¿Violetta, qué te pasa? No tenes por qué ponerte así...

No me hables -Interrumpió Violetta, llorando.- Nunca más. -Añadió, y salió corriendo.-

Violetta corría, alejándose del Studio, de su mejor amiga, de León. Todos se quedaron sorprendidos. Nadie esperaba que reaccionase de aquella manera. Pero a Violetta no le importaba. No la conocían, no sabían todo lo que había pasado. Incluso Francesca, que siempre había sido como su hermana, estaba distinta. Había cambiado, y aquel verano había dejado una profunda brecha entre las dos.

Lloraba. Se sentía sola. Sentía que no había nadie a su lado. Que el mundo no tenía un lugar para ella...

Y de repente, tropezó.

Esperó chocar contra el piso, se lo merecía, por no ir mirando por donde andaba.

Pero no fue así.

Unos brazos la sujetaron, y sintió que su corazón estallaba de pronto.

Alzó la mirada y se topó con unos ojos verdes. Los conocía muy bien.

Y se sintió muy feliz de pronto. Sintió que todo volvía a estar en su lugar. Emocionada, intentó hablar, pero no pudo, porque él se acercó mucho más, y sus labios la callaron con un beso.

Cuando se separaron, Violetta creyó que el corazón se le iba a salir del pecho. Un torrente de sentimientos la invadió. Le costaba pensar con claridad. Pero por alguna razón, ya no estaba triste. Estaba tan feliz que no pudo evitar que una sonrisa iluminase su rostro.

¿...Diego..? -Preguntó, emocionada.-