Capitulo 8

8 1 0
                                    

Freddy trataba de concentrarse en el monótono discurso de Sol, pero su cabeza seguía dándole vueltas a su encuentro con _____.

Le había dado infinidad de vueltas y aún no lo entendía. Se había creído su historia de que no tenía tiempo para citas y esperaba que aquello fuera sólo un negocio, pero ahí era donde aparecía la confusión. Había dicho que se ganaba la vida haciendo vida social, así que conocería a un montón de tipos desde un punto de vista platónico, ¿por qué no le había pedido a ninguno de ellos que fuera su pareja?

Y ¿por qué a él?, sobre todo después de cómo habían acabado las cosas en la fiesta. Ella ni siquiera podía aún hablar de ello, pero le había propuesto un arreglo conveniente, que él había estado más que feliz de aceptar. Aunque _____ estuviera con la cantinela del trato de negocios, sabía que había algo más. Y tenía intención de averiguarlo.

—¿Freddy? ¿Cómo estás de nuevos clientes?

Volvió a dedicar su atención a la reunión y sacó una minuciosa lista del maletín. Sus compañeros de Sidney le habían puesto el sobrenombre de «El rey de la lista». No le importaba. Siempre había trabajado así, las listas ayudaban a organizarse, priorizar y concentrarse, y eso le mantenía en lo más alto, donde quería estar.

—He hecho una lista de contactos que estoy en proceso de entablar.

—¿Quiénes?

—Angus Kilbride. Antón Schultz. Duane Boag. Para empezar.

—Una lista impresionante. ¿No hay un rumor de que el contrato de Hot Pursuit estará libre pronto?

—No es un rumor, es un hecho —intervino Alonso—. Uno de sus mejores jugadores de la temporada pasada se ha marchado y no ha sido muy discreto con la información.

—Bien —dijo Sol volviendo su mirada de depredador hacia Logan—. Si Kilbride está al principio de tu lista, asegúrate el contrato de Hot Pursuit.

—Lo haré.

Y lo haría. El fracaso no era una opción, allí no, en ese momento no. Nunca.

—Y para los demás —dijo Sol—: quiero ver resultados la semana que viene.

Dio un golpe en la mesa mientras Logan suavizaba la sonrisa. Estaba acostumbrado al dramatismo del mundo de la publicidad.

—Quiero que cada uno de vosotros traiga a la mesa un cliente nuevo la semana próxima. Freddy, tú tienes un mes porque eres nuevo en la ciudad y apuntas alto. Así que, a trabajar.

¿Un mes? Había pescado su pez más gordo en Sidney en una quincena. Pero quién sabía, quizá las cosas funcionaban de otra manera en Melbourne. ¿Serían más difíciles de romper las redes de trabajo? Ahí era donde entraba _____.

—¿De verdad crees que puedes hacerte con Hot Pursuit?

Mientras metía los papeles en el maletín, alzó la vista y miró a Alonso. Asintió.

—Si no, no lo habría dicho.

El brillo del cálculo jamás abandonaba del todo los ojos de Alonso.

—Si necesitas que te eche una mano, no dudes en pedírmelo.

—Lo tendré en cuenta —dijo por decir algo.

Miró ostensiblemente el reloj, recogió sus cosas, se despidió de Alonso con un gesto de la mano y se dirigió a la puerta. Ya que había terminado esa reunión, tenía otra a la que asistir. Otra que prometía ser mucho más divertida.

Siempre Dama De HonorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora