capítulo #7: mis nuevos amigos.

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El, no era guapo, ni atractivo, ni siquiera bonito, pero... las pocas veces que le había visto sonreír, sentía como algo me llenaba, de ternura, de calor.

Mentiría, si dijese que recuerdo las cosas tal cual pasaron, y las cuento de esa manera, la verdad es que no.

No lo recuerdo bien del todo.

Ese mismo día, mi primer día de clases en mi nueva escuela, mientras trabajaba en un proyecto que la maestra nos había dejado, una chiquilla alta se me acercó.

Su nombre era Anahi, en cunclillas, camino desde su sitio hasta el mío y me saludó.

-¡Hola! , ¿te quieres juntar con nosotras en el recreo? - señaló a una niña más grande que ella y yo juntas, después me enteré que su nombre era Marcela.

-Seguro...- me sorprendi, ¡alguien estaba hablando conmigo!

-Soy Anahi, ¡mucho gusto! -

Se despidió y regreso a su lugar de la misma forma que vino, yo sonreí en su lugar.

Alguien había sido amable conmigo, y se había acercado a mi.

Era feliz.

Tiempo después, ya en el recreo, me acerqué a ellas y descubrí que eran personas maravillosas, y me mostraron más de mi escuela.

Por el mismo lugar de la recepción, habían otros dos Canceles, mucho más grandes, uno de ellos te dirigía con un camino de piedra a la cafetería y al centro donde se hacían ceremonias, como el día de los honores y las presentaciones artísticas; se adornaba de jardines y de flores y también, estaban los salones de 1 a 5, los cuales, al igual que mi salón, sólo había un grupo por grado académico.

Y cada salón, tenía máximo 20 alumnos.

Y el otro, a las canchas, donde hacíamos deporte. Está parte no era tan increíble, ya que sólo tenía tierra y muchos árboles, muchísimos.

Yo acostumbraba regar un pequeño retoño cada vez que salíamos a hacer deporte. Me sentía importante.

La escuela apenas estaba progresando, pero me encantaba, era como mi lugar.

Anahi y Marcela, se ganaron mi cariño, tan pronto y ellas me dieron el suyo.

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