capítulo #3: un cambio

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Nunca fui alguien muy popular, o alguien muy querido por los demás, mi amiga, a quien quería con el alma, me había abandonado hace algunos años, y, en ese entonces, no buscaba a nadie con quien compartir mi vida.

A mis doce años, empezaba a sufrir una gran depresión.

Las cosas en casa, estaban mal, mis padres, quienes creía que se adoraban, pasaban momentos difíciles.

Mi padre, apenas si sabía sobre mis problemas escolares, y mamá, había salido de pleito con las madres de las personas que me habían marcado y que ahora, en su momento agradezco el maltrato, ya que, soy un poco más fuerte, sólo un poco...

Cuando me enteré de que habría un cambio significativo en mi vida, deje de dormir por esperar ansiosa el día, pasaron unos meses, dos al menos.

Hasta que ese día, finalmente llegó.

Mi padre, nos despertó a mi y a mi hermano temprano ese día, preparó café, escuchaba sus pisadas en las escaleras de madera, que subían y bajaban, subían y bajaban.

Yo, recuerdo que me puse algo cómodo para el viaje, mi cuarto, se encontraba ya vació, no ropa, no libros, ni peluches.

Todo se encontraba allá, en la nueva casa, donde mi nueva vida me esperaba.

Sentía mi estomago burbujear, cómodamente, burbujeaba, revoloteaba y mi corazón, salía siempre, de mi pecho, con cada suspiro que daba...

Jamás había estado tan emocionada.

Tan feliz.

O tal vez lo estuve, pero no podía recordarlo.

Ese día.

Subí al auto y me encontré en el durante 7 horas, donde dormí, comí y cante con emoción...

Lo estaba esperando, a que el aire con olor a mar me golpeara la cara y cuando lo hizo, lloré, con amor.

sin título.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora