Capítulo 4. ¿Qué es el amor?

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20:30 PM, cojo la mochila, maquillaje, tacones, la vespa y para casa de Laura. Al coger la moto, no puedo dejar de pensar en Alex, es una sensación muy extraña que nunca había sentido, necesito hablar con Laura.

¡Ding Dong! Llamo a casa de Laura. -Venga tía rapidito que tenemos poco tiempo.- Me responde nerviosa. mientras que me cambio le explico todo. -Tía me esta pasando algo que no me deja vivir.-Le confieso. - Es Daniel no?-Me pregunta. Por un momento estuve confusa porque por un momento pensé que Laura sabía lo de Alex.-s..si es D..Daniel-Le contesto bastante nerviosa. Me cuesta guardar secretos y que no se me note al hablar del tema. -Bueno Sara olvidate del tema esta noche que es para disfrutarla y ya al acabar me lo cuentas vale?- Me pregunta decidida de que lo va a pasar muy bien. 

Al arreglarme me quito mi look habitual, trenza del cabello rubio fuera, camisetas azules de flores fuera, me pongo maquillaje, pelo asalvajado por un día, vestido corto y tacones negros, ¡A la carga!      Cenamos y salimos a la 23:00. Entramos en la discoteca más cercana de allí y sobretodo la más movida. Entramos con unas pases que nos habia conseguido breatney que era una de las más fiesteras de las tres.

Ya dentro comenzamos a bailar mientras Britney iba a reservar sitios en la barra y pedir algo.                    -¿Te lo pasas bien?- Me pregunta Laura con dificultad por la música que estaba bastante alta.                 -Sí la verdad, estoy olvidandome de... No pude terminar la frase porque note una mano tocandome por el hombro, la note bastante sudorosa y nerviosa, quien será. Me gire y con lo nerviosa que estaba no pude reconocer a la persona. Pude ver su hermoso pelo castaño y sus ojos azules pero, ¡espera!        - ¡A..Ale...Daniel! ¿eres tu?- le pregunté confusa y nerviosa, tanto que estuve a punto de revelar su auténtico nombre.-S..Si.-me contesta bastante inquieto. No me lo podía creer, ¡eso que sentía que no me dejaba vivir se hizo más grande! Intenté tranquilizarme delante de él y sus amigos y pasarlo bien.  

Cuando perdí de vista a Alex, nos acercamos a la barra a beber algo.-¿Que les apetece?-preguntó el camarero.-Un gin tonic por favor.-le contesto. -Tía que ligera, ¿es la primera vez que bebes?-me pregunta extrañada Breatney.-Si pero solo me tomaré esta copa, por lo menos para olvidarme de mis problemas.-Le explico a Breatney. Al acabarnos las copas bailamos un poco más y nos fuimos Breatney había tomado demasiadas y acabo echándolo todo en el vater de  la disco. Laura y yo nos fuimos por un lado y Jack el novio de Breatney se la llevó a casa. 

De camino a casa de Laura estuve hablando con ella sobre el tema de Alex. - Ahora me puedes contar tu problema que no te deja vivir.- comentó Laura.- Eso que no me deja vivir es Daniel que tengo una sensación en mi cuerpo cada vez que lo veo que no deja pensar en otra cosa nada más que en el, ¿qué puede se?-Pregunto bastante preocupada.-A ver Sara, eso que sientes dentro es amor.-me responde muy segura.-¡¿Qué?!- pregunto bastante sorprendida. -Que te gusta daniel, eso es. ¿nunca habías sentido algo así?- Me pregunta extrañada. -Pues la verdad es que no porque en Barcelona no me he ido de fiesta ni he conocido a ningún chico lo que es tener una cita. He tenido amigos pero nada más.-Le contesto. 

Ya despierta, de resaca por supuesto, intento entrar en el baño y no hacer ruido para no despertar a Laura. Al acabar me tumbé en la cama y de repente me encotré metido en mi mochila el libro que me regaló María antes de irme de Barcelona. Le eché una ojeada y entendí el por qué me lo regaló, era de amor para ver si tenía suerte en mi vida aquí en Madrid. De todos lo días que llevo en Madrid, he tenido la suerte de encontrarme con Alex y sí lo reconozco, me gusta.

Una CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora