Red Apple |h.s|

OO5

«Rose»

― ¡Tía Lou! ―grita la pequeña rubia. Corre abrazos de mi amiga y esta la carga sin problema. De inmediato fija la vista en mi y muerdo los labios― maestra Rose, ¿Qué hace aquí?

Lou voltea a verme y hace un gesto de confundida.

―Luego me contarás ―murmura Lou y entramos a la casa. Las ganas de estar aquí disminuyen y el miedo me invade.

Estoy nerviosa y no sé que esperar de esta noche. Muchas cosas pueden pasar y lo que menos deseo en este momento es encontrarme con Harry.

Cruzamos la sala, el comedor y la cocina hasta salir por la puerta trasera, dónde inmediatamente vemos mucha gente en bikini y disfrutando de la fiesta.

―Ven tía que mi papi te estaba esperando ―y las esperanzas de que me libre de él desparecen. Me acerco con rapidez a Lou pero Darcy entrelaza su mano con la de ella y jala con velocidad alejándola de mí. Tengo que dar grandes zancadas para alcanzarla pero es demasiado tarde.

―Lou, viniste ―su voz me a taladra los oídos y las palmas de mis manos comienzan a sudar. Porque no me quede en el coche.

―Hola Harry ―sólo los escucho, la vergüenza no me permite verlos y es que me mantengo escondida detrás de la chica, pero mi invisibilidad no dura por mucho.

―Papi, está aquí mi maestra Rose ―inhalo profundamente y levanto la cabeza. Los orbes verdes hacen contacto visual con los míos y trago en seco.

―Buenas noches señor Styles ―saludo formal y estrechamos las manos. Una corriente de culpabilidad tapiza todos mis sentidos, esto estaba mal.

―Oh

Sí, es lo único que dice y hace que el peso en mis hombros aumente. El ambiente se torna tenso e incomodo.

―Vaya, quien diría que mis dos mejores se conocían ¿quieren contarme? ―Lou cruza los brazos y siento que el oxigeno comienza a faltarme.

―Sólo es la maestra de mi hija, no hay nada más que contar ―Harry responde y siento el veneno detrás de sus palabras, pero supongo que me lo merecía. Quiero arreglar las cosas con él.

―De acuerdo ―utiliza el tono de voz cuándo no cree nada de lo que uno le dice. Presiento que no dejará de joder hasta que le cuente la verdad, por suerte otras personas encasillan a Lou y la llevan lejos para pasarla bien.

Yo, por un lado me siento en el césped. Saco el celular de mi bolso y conecto los auriculares al aparato, llevo los audífonos a mis oídos y de inmediato la voz de Matty, voz principal de la banda "The 1975" es que me llena. Desde que Harry me dio el disco había quedado encantada con las canciones de ese grupo.

Observo a mi alrededor y todos parecen no notar mi existencia y eso me parece más que perfecto, no quería lidiar con hombres buscando una noche de sexo y mujeres desahogándose conmigo sobre lo patética que era su vida, bastantes problemas ya tenía en la mía.

―Así que tu eres la famosa Rose ―habla un hombre y quiero ignorarlo pero tiene un rostro demasiado angelical cómo para hacerlo. Toma asiento a mi lado y bebé de su vaso― has volteado el mundo de mi mejor amigo, ¿lo sabías?

―Debo suponer que tú fuiste uno de los amigos que lo alentaste a seguir con todo esto ¿no?

Se ríe en voz baja y niega.

―De hecho fui uno de los pocos que se opuso a que haga esa tontería.

― ¿Por qué? ―preguntó con interés.

―No quiero que sufra. Lo quiero demasiado cómo para ver cómo se derrumba por una mujer... otra vez.

Busco a Harry y lo veo sonreír y pasándola bien con su hija en brazos. Sus hoyuelos se marcan a la perfección y me siento una estúpida por como lo deje en la cena, el parece un buen hombre pero tal vez no soy su media naranja. Hay demasiados obstáculos para poder tener una relación y superarlos podría ser un reto.

―Yo tampoco quiero que sufra por mi culpa ―confieso aún deleitándome con su imagen― pero no hay nada que podamos hacer al respecto.

― ¿Lo intentarías al menos?

La pregunta me toma desprevenida y dirijo la mirada hacía él. Sus ojos comienzan a colorearse rojos pero sé que está hablando enserio.

―No sé a lo que te refieres.

― ¿Intentarías estar con él a escondidas? ¿Intentarías conocerlo y tal vez formar una familia?

Los labios comienzan a resecarse y un nudo en el estomago se ha formado. No sabía que respuestas dar a preguntas tan incomodas.

―No lo sé yo- apenas supe quién era realmente en la cena de ayer. No he tenido tiempo de conocerlo realmente, admito que es un hombre muy atractivo pero no creo querer poner en riesgo mi empleo ¿tu harías lo mismo?

Se termina de golpe la bebida y se pone de pie, arrugo la mirada y levanto la cabeza para mantener el contacto visual.

―Ya lo he hecho ―responde y abro los parpados lo más que puedo― es esa chica de ahí ―señala a una castaña muy hermosa, su sonrisa se puede comparar con la alegría misma― es mi prometida, rompí las reglas para que estemos juntos. Y no me arrepiento en lo absoluto ―me guiña un ojo y se aleja de mi. Ahora estoy más confundida que antes.