//6 Años después...
«Rose»
―Daphne, no corras con tijeras en las manos ―digo por cuarta vez en el día― si te cortas no te curare de nuevo.
Le advierto a la pequeña rizada. Sin embargo, ignora mi advertencia y continúa con su travesura por toda la casa.
Cuándo veo que pasa cerca de mí, es que quitó la tijera de su mano y ella empieza a llorar.
―Mami, eres mala ―hace un puchero y muero de ternura.
―No soy mala mi amor, es que es peligroso, sólo estoy protegiéndote ―la levanto del suelo y beso su nariz.
―Perdona mami ―me abraza y respondo el gesto.
―Sube a tu habitación y termina la tarea ¿bien?
―Sí ―la bajo de nuevo y sube cada escalón. Suspiro y recojo las cosas que ha tirado por estar corriendo en la casa.
Crayones, peluches, muñecas y libros de colores.
― ¡He llegado! ―anuncia mi esposo. Aparece en el living con su traje un tanto desalineado y su maletín― ¿cómo estás amor?
―Algo cansada, a la edad de Daphne es más trabajo de lo que parece ―sonrió y beso sus labios― vete a cambiar y te avisaré cuándo la cena esté servida, ¿está bien?
―De acuerdo.
Me besa de nuevo y desaparece por las escaleras.
―Por cierto... ―la voz de mi esposo interrumpe de nuevo― tendremos visitas.
―No me digas que es...
―Sí, ya sabes que le encanta venir a ver a Daphne.
―Bien, pondré tres platos más en la mesa.
Asiente y se va de nuevo. No tenía muchas ganas de recibirlos, y no es por qué no quisiera si no que la escuela y Daphne me agotan más de lo normal.
Alisto la mesa del comedor para servir la cena. Pongo las vajillas y los vasos, junto con sus respectivos cubiertos. Añado un detalle de flores rojas al centro y unas velas a la misma distancia.
Le aviso a Tina que debe servir la comida a penas lleguen los invitados, así que no me preocupo por nada más que no sea mi apariencia.
Subo con velocidad y tomó un baño rápido. Elijo unos jeans azules, y una blusa azul junto a un lindo collar de perlas. El maquillaje leve cómo siempre y perfume.
Ding – Dong.
―Llegaron. ¿Estás listo? ―preguntó a mi esposo.
―Siempre lo estoy ―besa mi cuello y me estremezco― por cierto, luces hermosa.
―Gracias amor.
Salimos de la habitación, y Daphne ya está abajo jugando con su amiga favorita... Darcy.
―Pensé que nunca bajarían ―bromea Flor, sólo niego y la saludo― tienen todo el día para hacer más bebes y deciden hacerlo ahora.
―Cállate que solo nos estábamos cambiando.
―Claro, cómo digas.
―Hola Harry ―saludo al ruloso, quién sostiene la cintura de su esposa Flor― tanto tiempo sin verte.
―Nos vimos ayer en clase de danza Rose ―sonríe y muestra sus hoyuelos― por cierto, Daphne a mejorado mucho su técnica, lo escuche a escondidas de su profesora.
―Eso no se hace ―lo regaño― pero gracias por decirme.
―Para eso están los amigos. Hablando de amigos, Zayn ¿vienes mañana a mi casa? Hay partido y ya sabes cómo es Niall.
―Claro que voy ―lo fulmino con la mirada― más bien iremos ―rodea mi cintura y besa mi mejilla. Amo a este hombre― ¿verdad?
―Por supuesto.
―Tía Rose ―dice Darcy quién ahora cuenta con doce años de edad. Se ha vuelto una chica muy guapa y cotizada en su escuela, pero todos sabemos que Harry es más celoso que cualquier otro padre― ¿hizo de su rico pastel de chocolate? Es que dios, está muy delicioso.
―No mi amor, el tiempo no me dio para nada. Pero prometo llevar mañana uno a tu casa.
―Ay, gracias ―me abraza y hago lo mismo.
―Pasen al comedor, ahorita los alcanzo.
Asienten y se alejan. Subo las escaleras y entro a mi habitación. Abro el closet, y saco una caja negra desde el fondo de está, que mantengo escondida de los ojos curiosos.
La destapo y veo todas las notitas que Harry me había dado cuándo estaba enamorándome. Los regalos igual están guardados y una copia de la carta que le di a Harry cuándo se fue a Sídney.
Cuándo pasó un año de su partida no fue tan fácil de reponerme, pero siempre supe que era lo correcto para mí y para él.
Conocí a Zayn en un cumpleaños que celebró Lou en un bar, y digamos que fue conexión instantánea. Al año nos casamos, y ese mismo día Harry había regresado a Londres, dónde fue puesto cómo presidente de la empresa. Sentí mucha alegría por el, pero me sentía nerviosa saber que cuándo lo viera, los sentimientos podrían renacer.
Pero por suerte, no fue así. Cuándo nos vimos, supimos de inmediato que nosotros no estábamos destinados a ser algo más que una amistad y todo lo que pasó no debió haber sucedido, pero aún así, guardo cada recuerdo de una manera única y especial por que él eso significa para mí.
Quedamos en buenos términos y nos hicimos amigos el día de mi boda. No podía pedir mejor regalo que ese.
― ¡Rose! ¡Tu comida se va a enfriar! ―grita Zayn desde la planta baja.
― ¡Ya voy!
Sonrió y guardo de nuevo la caja en su lugar. Y llegamos a todo esto por una manzana roja.
A G R A D E C I M I E N T O S
Quiero agradecer a todas estas chicas que han estado conmigo desde el inicio de esta historia hasta su debido final. Sin su apoyo no se que habría sido de "Red Apple"
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Red Apple |h.s|
Fanfiction"Una manzana, para la mejor maestra de todas" E.S Decía un papel amarillo pegado en la brillante y deliciosa fruta. Una sonrisa se dibujó en mi rostro. Los niños de ahora, cada vez son más tiernos. Pero.. ¿que pasaría si ese detalle no fuese escrit...
