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«Harry»

Me hago a un lado y Rose pasa a mi hogar. Con señas digo a Darcy que suba a su habitación y obedece sin rechistar.

―¿Desea algo de tomar? ―pregunto un tanto incómodo. El que no haya llegado a tiempo por Darcy tiene una buena explicación.

―Así estoy bien gracias ―toma asiento y observo cómo sus ojos azules viajan por cada rincón de la casa, de hecho, se detiene unos segundos en los retratos familiares― señor styles.

―Harry, dime Harry. Aún no estoy tan viejo para esas formalidades ―intento aliviar el ambiente que esta cargado de tensión.

―Estoy bastante impresionada por esto que acaba de ocurrir. Sinceramente te creía un mejor modelo para tu hija ―cruza los brazos y niega. Ahora la culpa me hace sentir peor― se por las notas que me enviabas que no pasabas un agradable momento con tu ex esposa, pero eso no debe alejarte de Darcy.

―Es mucho más complicado de lo que parece. Susan, mi ex mujer quiere volver a pelear la patria protestad de la niña y te has de imaginar la bola de nuevos problemas que tengo que enfrentar de nuevo ―masajeo mi cien y dejo caer los codos en mis piernas.

―No puedo decirte que lo entiendo por que no eh pasado por eso, pero se que este ambiente no es bueno para ella. Aún no demuestra un bajo rendimiento pero con los problemas y la falta de atención por parte de sus padres, esto puede afectarla tanto escolarmente cómo psicológicamente.

―Prometo que esto no volverá a ocurrir ―intento sonreír pero parece más una mueca― créeme que quiero pasar todo el tiempo posible con ella.

―Lo se Harry, sólo no la descuides, ¿está bien? ―se pone de pie y camina directo a la puerta principal― debo irme, nos vemos mañana.

Justo cuándo estaba por salir me aventure a tomarla del brazo. Vi cómo pegó un brinco y se giro hacía mi.

―Se que este no es el mejor momento pero, ¿podríamos salir de nuevo? 

Frunce el ceño y mueve sus labios de un lado a otro.

―No lo se, tu sabes que no puedo poner en riesgo mi empleo ―la suelto y continua su camino― pero ―se detiene― si ayudas a Darcy con las sumas toda esta semana, pueda que una salida no nos haga daño ¿está bien?

Asiento estúpidamente y se monta en su coche.

Cierro la puerta detrás de mi y me es imposible no sonreír. Mi mente comienza a trabajar y se me ocurre el lugar perfecto para llevarla a nuestra próxima cita.


Red Apple |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora