— Sophiane, maldita bestia —escuche que gritaron a lo lejos.—Si no te levantas llegaras tarde y no me importara una mierda, dejarte tirada.Les daré un consejo mis hermosos pandas, nunca se queden hasta la madrugada leyendo Fan Fiction en wattpad la noche antes de comenzar las clases.
Esto les traerá como consecuencias dos cosas : número uno, no podrán levantarse por la mañana y número dos, se deprimirán igual o peor que yo cuando se den cuenta de que su vida sentimental apesta y Niall Horan esta a millones de años luz de conocer mi existencia.
Patético y deprimente....Muy deprimente
- Estoy despierta - bostecé mientras me sentaba en el centro de mi cama- no tienes por que estar gritando.
- llevo mas de media hora llamándote Sophiane -gruño Delanie mientras me fulminaba con la mirada y cruzaba sus brazos- si no hubiese sido porqué tus ronquidos se escuchan casi hasta el baño, juraría que habías muerto.
- Por eso digo, gracias por levantarme- sonrío con inocencia fingida poniéndome de pie.
- Ya déjate de tanto hablar y prepárate de una buena vez.
- Si mi capitán- canturreo mientras imito el saludo militar.
- Nos vamos en quince, contigo o sin ti en el auto- comentó dando media vuelta y desapareciendo por la puerta.
¿Quince minutos?, Joder Niall todo esto es tu culpa....y de las escritoras de buenas novelas dé wattpad.
Los odio, pero con amor.
Agarró un par de leggins de mis gavetas y una camiseta blanca común y corriente del armario. Me visto a velocidad luz y busco mis sandalias rosas cerradas.
Me observó en el espejo y.... , bueno al menos estoy vestida y eso es lo que cuenta,¿ Cierto? o era la intención....
Bah, eso no interesa ahora. Ya vestida a grandes zancadas me dirijo al cuarto de baño. Cepillo mis dientes, lavo mi cara y utilizo el baño.
No en ese orden exacto, por sí acaso.Si, se lo que deben estar pensando...
Esta cochina no se bañó y así se ira a la escuela, no me juzguen. Situaciones desesperadas requieren de medidas desesperadas.Mi estómago demanda alimento pero lo ignoro, tomo mi mochila de la barra junto a mi teléfono y corro hasta el elevador. Justo cuando estoy llegando el muy maldito se cierra en mis narices.
Okay.... No te alteres Sophiane, cuenta hasta diez y respira. Aun puedes llegar a tiempo si tomas las escaleras. Observo el reloj digital en la pantalla de mi iPhone, solo me quedan cinco minutos y estoy en el último piso. Eso solo significa una cosa, ¡A correr!
Como si la muerte me persiguiera, bajo las escaleras a una velocidad nunca antes experimentada. Si mi profesora de gimnasia del octavo grado me viera, de seguro se desmayaría por tal milagro. El ejercicio y yo nunca fuimos muy amigos.
Veo el número del piso cuando me detengo para recuperar el aliento, es el segundo piso. Solo uno mas, me auto aliento para continuar la carrera. Empujó con fuerza la puerta y visualizo a Granny Q charlando animadamente con uno de los inquilinos.
- Hola Abuela Q -grito agitada, mientras corro hacia el estacionamiento- Adiós Abuela Q.
- Niña, si sigues corriendo así , no vivirás para contarlo-gritó en respuesta mientras reía.
Busco desesperada el auto blanco de Delanie con la mirada. Una vez el fue objetivo localizado comienzo a correr otra vez para ahorrar tiempo. Abro la puerta trasera del auto y casi me lanzó dentro. Inhalo profundo y exhalo varias veces hasta que mi respiración se normaliza.
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Razones Para Odiarte
RomanceLlega un momento en la vida de toda persona en el que solamente una quiere desaparecer. A lo largo de mi vida ese deseo no habia sido tan fuerte como hace algunos meses. Estoy en mi primer año de universidad en un estado completamente nuevo para mi...