¿Estaré perdiendo mi cordura?
¿Realmente, esto está pasando?
¿Porque todo esta tan borroso?
Será porque no tengo mis anteojos puestos o por la furia que se apodera de mi a las... cinco...Joder son las cinco de la mañana...de un sábado y yo despierta.
Hoy lloverá sangre.
Trato desde lo más profundo de mi ser controlarme, pero simplemente lo que mis ojos están viendo me han dejado en total shock.
− Buenos días nena...
Cierro mis ojos con fuerza y cuento mental mente hasta tres. Esto no está pasando, el maldito simio promiscuo de Alexander no está acostado junto a mí en mi cama.
No tiene su cabeza apoyada en la palma de su mano y su codo en mi cama, mientras me sonríe como un imbécil. Simplemente la comida china de anoche estaba en mal estado y está provocando alucinaciones.
− ¿Te han dicho lo hermosa que estas en las mañanas? −sonríe de lado mientras acaricia mi rostro tiernamente-. Pues espero que no, porque el que te lo haya dicho es un completo mentiroso o simplemente tenía unas cataratas... −comenta despreocupado. − Porque hasta un asesino en serie se asustaría con tu rostro a estas horas.
Es todo. Esto no es un sueño, el maldito está en mi cama, invadiendo mi espacio...y por si fuera poco se atreve a burlarse de mi aspecto por la mañana. Yo sé que tengo un aspecto horrible, no necesito que me lo recuerden. Y mucho menos Alexander.
− Joder, baja de mi cama en este maldito instante Alex o juro por lo más sagrado que te pateare el trasero.
− Vamos nena no ay necesidad de...Joder Sophine, ¿Que está mal contigo?
− Te dije que te bajaras de mi cama o si no, yo lo haría−sonrío con sorna mientras lo observo ponerse de pie.
− Eres una bestia, me duele el trasero...-murmura sobándose el área afectada con un puchero.
Cuando quiere, puede ser bastante tierno e infantil.
− Oh mi dios Alex, se te aplano el trasero...-observo como Alex se inspecciona y sonrío-Ah no, mi error, vino así de fábrica.
− Ja, Ja, Ja..., que graciosa. −Dice mientras toma asiento de nuevo en mi cama, yo por mi parte; le regalo una mirada de pocos amigos−Porque no sales de la cama y me preparas unos hot-cakes, de esos con mantequilla y mucha miel.
− Me estás diciendo, que irrumpiste en mi habitación a las cinco de...
− Seis, te veías linda durmiendo, toda pacífica y delicada; así que te deje dormir un par de minutos más.
− Entrecierro mis ojos con molestia y continuo, −Como sea..., ¿Me levantaste solo para eso? Y, de todas formas, ¿cómo es que entraste?
− Escuche a Russell salir, así que lo seguí −Se encoje de hombros−Asumí que vendría por Nina, ya sabes...para su carrera matutina. Que déjame decirte, nunca haría en mi vida y mucho menos tan temprano. Y mientras caminaba hacia aquí, con Russell siendo una molestia en el trasero, me dije... ¿porque no molestar a Sophiane?
Cierro mis ojos y me lanzo de nuevo a la comodidad de mi cama, tratando de conciliar el sueño otra vez, pero es una pérdida de tiempo.
Maldigo entre dientes y la hago señas a Alex para que se haga a un lado, este obedece y me deja el camino libre. Dirijo una mirada fugaz a en dirección a la cama de Delanie y está aún está vacía.
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Razones Para Odiarte
RomanceLlega un momento en la vida de toda persona en el que solamente una quiere desaparecer. A lo largo de mi vida ese deseo no habia sido tan fuerte como hace algunos meses. Estoy en mi primer año de universidad en un estado completamente nuevo para mi...