Capitulo 7

62 6 0
                                    

Lo supe por los mechones que salían de su gorro de chaqueta.
Se veía muy molesta. Quise ir hacia ahí, pero después me metería en problemas. Que más da!

Me dirigí a la puerta y apenas puse un pie, las gotas empezaron a caerme encima.
Justamente al lado estaban las gradas, cubridas por un techo. Me senté ahí y empecé a ver como jugaba. Las otras clases empezaban en una hora, así que tenía tiempo.

Se le veía enserio furiosa. Y cada vez que no lograba meter la pelota en la portería, se molestaba

Me acerqué a la portería aunque me mojara.

-¡¿Qué estas haciendo?!- gritó por la distancia.

Y pude reconocer esa voz.

-Si estas tan molesta, golpeame!- le grite de vuelta. Lo se, estoy loco.

-¡¿Estas loco?!

-Sólo hazlo.

-No!

-Hazlo.

Se alejó de la pelota para luego correr a ella y patearla. Vi la pelota en cámara lenta, imaginándome como sería mi funeral, porque estoy muy seguro que me golpeara.

Pero no.

No lo hizo, la pelota salió de la portería.

Ella gritó y luego se sentó en el césped frustrada, escondiendo su cabeza entre sus brazos. Me acerqué a ella y yo igual me senté en el césped.

-¿Estas bien?- ella levantó la cabeza para mirarme pero la volvió a esconder rápidamente- Se.. Se que eres tu, Raquel.

Ella no hizo nada.

-¿Estas... Bien?- volví a preguntar.

-No importa, Lucas, en serio. No tengo nada.

-No creo eso. Vamos, dime, puedes confiar en mi- ella al principio dudo en responder, pero al final lo hizo.

-Mis padres... Ellos dicen que tal vez, se separen, pero las personas "tal vez" no se separan. No saben lo que van a hacer, y cuando pelean siempre me entrometen en sus peleas y me vuelvo loca- una lágrima salió de su ojo lo cual pude diferenciar por la lluvia.

-Hey, no llores- ella sonrió y desvió la mirada viendo hacia al frente- A veces siento que mi papá no me quiere- ella me volvió a mirar- No se preocupa por mi. Pero ellos nos aman, sino, no nos hubieran tenido... No?

Ella asintió y otra lágrima salió de su ojo, no le di tiempo de deslizar su mejilla, la quite rápido.

-Gracias- sonrió.

Nos quedamos en un silencio, viendo hacia al frente.

-Lo siento- dije- Siento... Haberte besado frente a Manuel. Sólo... Lo hice sin importar lo que tuviera alrededor, y fue mi error.

-Esta bien- sonrió- No fue nada, enserio.

Sonreí yo igual.

-¿Puedo preguntar... Donde esta Manuel..?

-El... El esta en.. En Venezuela- otra lágrima salió pero se la quito rápido- Tuvo un problema, y tuvo que volver.

Asentí.

-¿Y también estas triste por eso?- asintió- ¿Por qué?

Una Mirada Lo Dice Todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora