Capitulo 11

48 5 1
                                    

Primera clase del día, música.

Me dirigí al salón y cuando entré, Raquel estaba sentada en su puesto, me acerque hasta ella, Mike estaba sentado al lado, le hice una seña para que me dejara sentarme al lado de ella y así lo hice. Ella no se había percatado de eso así que empece a hablar.

-Hola- ella me miro y sonrió- ¿Como está tu mamá?

Al principio sólo suspiro pero después hablo.

-Bien, probablemente hoy le den de alta- asentí.

Llegó el profesor y empezó a explicarnos acerca de las notas musicales y todo eso.

-Hey, ¿qué te parece si hoy vamos a mi casa y grabamos un video, cantando.

Hice un gesto con mi cabeza y asentí.

Así que al terminar el colegio, nos dirigimos a casa de Raquel.

Ella abrió la puerta, y parecía que sus padres no estaban, pero si estaban, ya que su papá salió por una puerta.

-Ya te dije que no llegues tarde- dijo.

Cuando llego al frente de nosotros, me vio con una mirada molesta, tal parece que ya se de donde Raquel aprendió a mirar sólo con sus sentimientos.

-¿Quien es el?- pregunto su papá.

Raquel empezó a decir mi nombre, pero antes de terminarlo su padre empezó a gritar.

-¿Eres zorra?- Raquel lo miro confundido.

-¿Disculpa?

Pregunto Raquel. En su cara se podía reflejar molestia, y como muchos dicen, si las miradas mataran, su padre estaría muerto.

-Yo no te enseñe a ser zorra. ¿Qué hace el aquí? ¿Vas a tener relaciones con mi hija? Por sí no lo sabes, ella tiene novio.

Titubee al principio, pero después suspire y le respondí a su papá.

-Lo se, señor, se que ella tiene novio, y no tengo ninguna intención con ella, sólo somos amigos. Y no le voy a dejar que ante mi le diga zorra. Ella sabe muy bien, por cual camino va.

Le respondí en tono firme. El señor Collins bufo y miro a su hija con desprecio.

Raquel sólo agarro mi mano y me dirigió rápidamente a su cuarto.

Cerró rápidamente su puerta y se quedo recostada en ella, cerrando sus ojos. Me acerque lentamente a ella. Volvió a abrir los ojos y rápidamente me abrazo. Yo le correspondí.

-Gracias- dijo.

-No es nada, Raquel- la separe de mi y la agarre por las mejillas- Escucha, no dejes que tu papá te hable así.

Raquel suspiro.

-No es tan fácil. No puedo responderle, si lo hago, me golpea.

Abrí ligeramente la boca, no puedo imaginar todo lo que ha tenido que vivir Raquel. Y no me quiero imaginar que hará el señor Collins con la mamá de Raquel.

-Siento mucho lo que paso- negué con la cabeza.

-Tranquila- dije.

Una Mirada Lo Dice Todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora