Apocalipsis zombie © 2015 | Inazuma Eleven Go

Capítulo 21

(Narra Anna)

Me desperté de golpe, había oído un ruido que no me había gustado nada, como si algo estallara.

Cogí la metralleta, y salí cuidadosamente.

Apunté con el cañón del arma a la penumbra, por si algo se movía. A mí no me tiembla el pulso a la hora de apretar el gatillo.

Empecé a caminar hacia atrás, atenta al más mínimo ruido, y entonces mi espalda chocó con algo.

Pegué un grito y me giré, dispuesta a disparar. Distinguí la figura de la rubia que había llegado hoy, y suspiré con una mueca:

- ¡¿Rena?!

- ¿A-Anna? ¿Dónde estás? - ¿en serio no me veía? Sé que está muy oscuro, pero estoy enfrente de sus narices.

- Enfrente tuya idiota - respondí.

Extendió su brazo, y me traspasó. ¡¿Qué mierda?!

Encendió una linterna que llevaba con ella, y me apuntó.

- ¿Estabas ahí todo el rato? - me preguntó pálida.

- Sí - contesté soezmente.

- ¿Y cómo es que no te toqué?

- No lo sé, yo estoy flipando.

- Un momento - miró la metralleta - ¿esa no es MI metralleta?

- ¿Cómo va a ser tuya? La encontré enterrada en el bosque.

- ¡Entonces es mía! ¡¿Me robaste mi arma?!

- ¡¿Tú qué sabes si es tuya?!

- ¿Qué número de serie tiene?

Me encogí de hombros, y le tendí el arma.

La examinó, y se fijó en unos numeritos.

- ¡Es la mía!

- Es tu palabra contra la mía, rubia de bote.

- Heavy de mierda.

- Barbie plástica.

Abrió la boca en señal de indignación, y me señaló con él índice.

- Eso ha sido un golpe bajo. Que lo sepas.

- ¿Qué tienes en la mano? - le pregunté - ¿tienes un tatuaje?

- Me pasó hace nada, fue algo muy extraño, al parecer ahora controlo el clima.

- ¿No jodas? ¿En serio?

- Tu mano también tiene algo escrito.

Me miré la mano. En el mismo sitio que ella tenía escrita una palabra.

Ella acercó la linterna, y pude ver lo que tenía escrito, era una palabra en letra rara y con pinta de ser antigua, y en negro:

Darkness.

Oscuridad en inglés.

¿Qué mierda es esto?

(Narra Sofy)

Después de descubrir que el verdadero idiota no es Arion, sino Sol, estuve hablando un rato con él, hasta que decidí dormir.

Subí a mi habitación, y logré conciliar el sueño, pero al cabo de un rato me desperté, y vi a mi hermana con la metralleta saliendo de la habitación. Qué peligro, mi hermana tiene nervios de acero.

Miré la herida que me habían curado Alina y Elena hacía tan solo unos días. Ya casi no se veía, solo había una cicatriz.

Parecía mentira todo lo que me había pasado.

Entonces vi como mi herida se iluminaba repentinamente, con una luz cálida y reconfortante, como la del sol.

A ver, está saliendo luz de mi cuerpo, ¡¿QUÉ MIERDA HAGO?!

Entonces dejó de brillar. Me miré la herida. Ya no había nada, se había curado.

Mi mano empezó a brillar, y vi cómo se empezaba a notar una palabra escrita en una letra medieval en la parte entre el pulgar y el índice, en color amarillo.

Ponía: Light.

Luz en inglés... ¿Por qué?

Lo toqué, para verificar que era real, y la palabra brilló.

Me asusté. ¿Qué me está pasando?

(Narra Melina)

¡Dios mío lo del tornado fue impresionante!

Sigo sin creérmelo, y tampoco que al fin haya podido usar mi acónito. ¡Es genial!

Me fui a dormir, pero media hora después me desperté por un estruendo, y salí a despejarme.

Me senté en la rama de un árbol, y contemplé lo que mis ojos dorados podían ver.

Era un bosque precioso.

Seguramente a todos los demás me consideraron una loca, pero bueno, yo soy normal, que lleve una sierra en la mochila es por precaución, ¿de acuerdo?

Oí un crujido, y segundos después la rama se partió. Pensé que me iba a caer, pero al poner mi mano derecha estirada hacia abajo, una ráfaga de viento salió de ella y me hizo caer suavemente.

Me quedé paralizada, mirándome la palma de la mano.

Vi cómo algo cambiaba en mi mano, justo en la parte entre el pulgar y el índice. Lo miré, ponía en letra antigua y en color blanco: Air.

Aire en inglés.

- ¡DIOS MÍO QUÉ PASADA! - ¿lo veis? Soy normal.

Empecé a saltar y a chillar como una posesa, henchida de felicidad, y un chico me preguntó:

- ¿Qué te pasa?

- ¿Eh? - paré de saltar, y me fijé en el chico.

Tenía el pelo azul oscuro, y era muy lindo. Creo recordar que se llamaba Lucian.

- Anda, hola - saludé animada - es que puedo controlar el aire, es una pasada.

- ¿En serio? - sus ojos brillaron.

- ¡Sí! ¡Mira! - estiré mis manos, y recé para que me saliera un tornado o algo así de las manos. Cerré los ojos.

- ¡OH DIOS MÍO TIENES PODERES! - sentí una ráfaga de viento y abrí los ojos.

Lucian estaba volando.

- ¡Dios mío! - me eché las manos a la cabeza, y el viento paró.

El chico empezó a precipitarse al suelo, pero rápidamente, cuando ya estaba a centímetros de romperse todos los huesos debido a una fuerte caída, hice que una ráfaga de viento le hiciera aterrizar suavemente.

- Buf, por los pelos, ¿no Lucian?

- ¡Sí! ¡Casi me mato! - rio él.

- Siento haberte hecho pasar un mal rato, estaba demasiado impresionada - reí nerviosamente.

- No pasa nada, ¡ha sido genial!