Apocalipsis zombie © 2015 | Inazuma Eleven Go

Capítulo 24

- Un momento - intervino Rena - yo soy portera, ¿me vais a dejar fuera?

- ¡¿Qué?! - intervino Riccardo - ¡¿sabes jugar?!

- Claro que sí retrasado.

- Sin insultar - tranquilizó Jade la situación.

- Rena tiene razón, además, somos doce Elementos, ¿os habéis percatado? - habló Night.

Me quedé pensativa. Yo realmente no tenía posición.

- Yo puedo coordinar el equipo. Puedo ser la entrenadora, y Elena la capitana.

Miré a mi amiga. Ella me sonrió levemente, y asintió con la cabeza. Ahora sé con exactitud porqué somos mejores amigas.

- De acuerdo, ahora supongamos que yo sé jugar - dijo Anna, tranquilamente - ¿qué posición ocupo?

- ¡¿No sabes jugar?! ¡¿Por qué?! - lloriqueó Melina.

- Porque no me interesó nunca el fútbol.

- Esto es perfecto - bufó Aitor.

- ¿Quién más no sabe? - habló Victor en alto - debemos enseñaros ya.

- Primero hagamos una formación para el partido de mañana - intervino Elena.

Asentí, y cogí un palo. Comencé a dibujar en la tierra.

- Bien, ¿alguien tiene una posición específica?

- Yo soy delantera - habló Laura.

- Nosotras dos también - dijeron Nath y Night.

- Bien, tres delanteras, entonces será mejor una formación defensiva. 3-3-4, ¿os parece bien?

- Sí - respondieron todos.

Victor se puso a mi lado, observando el campo que había dibujado en el suelo, y me puse algo nerviosa. Ahora estaba todo serio y sin mirarme siquiera, pero hacía horas me había confesado sentimientos hacia mí. No podré volver a mirarle como antes.

- De acuerdo - proseguí - ¿centrocampistas?

- Yo - Melina, Dana y Sofy levantaron la mano.

Lo apunté en el suelo, y luego seguí hablando:

- Entonces defensas serán Elena, Anna, Harriet y Rena, ¿no?

- Rena es portera, y Anna y yo no sabemos jugar - contradijo Zaliega examinando mi dibujo atentamente - sería más útil que yo practicara de defensa y Rena perfeccionara sus dotes de portera, y Anna y yo podríamos aprender a la vez. Sería mucho más útil.

- De acuerdo, tienes razón Zaliega - admití - entonces Rena en la portería.

- Está bien - apoyó Rena, crujiendo los nudillos - daré lo mejor de mí.

- No lo dudo - sonrió Elena.

- Nosotros ayudaremos a Anna y a Zaliega a ser defensas - se ofrecieron Aitor, Gabi y Tezcat.

Aunque creo que este último no era defensa. Bueno, si ayudaba, me da igual.

- Yo practicaré con Rena - habló Victor serio.

- Nosotros nos repartiremos con los demás - terminó Fey la conversación.

Wonderbot creó un campo de fútbol con sus poderes de oso parlanchín y nos dispersamos.

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(Narro Yo)

Los Elementos y los miembros del Raimon estuvieron entrenando todo el tiempo, hasta que amaneció al día siguiente, sin descanso. Consiguieron que Anna y Zaliega superaran en nivel a Gabi y Aitor, y lograran bloquear a Victor.

Realmente eran buenas.

Todas estaban listas para el partido que se disputaría en horas.

Así que decidieron darse un respiro, y dormir para estar plenas.

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(Narra Alina)

Llegó la noche, y todos los despertamos por inercia. Tal vez todos sabíamos que nos tocaba confrontar nuestro destino. Este partido decidiría el destino de todo el planeta. Perder no era una opción.

Me desperté un poco antes que los demás, para repasar la estrategia.

No podía creer que fuera a luchar contra zombies. Y como entrenadora.

- Ya veo que no soy la única que necesitaba madrugar - Zaliega se acercó a mí de entre los árboles.

- Estoy segura de que algo va a salir mal.

- ¿Te preocupa que Anna o yo podamos fallar?

- No - negué con obviedad, confío en ellas plenamente - es él, sé que no nos dejará ganar fácilmente. Hará trampas. Seguro.

- Estaré alerta en el partido, cuenta con ello.

- De acuerdo - sonreí - me alegra que hayas querido colaborar de esta forma Zaliega. No tenías por qué hacerlo. Yo podía sustituirte.

- Debía hacerlo - perdió su mirada en el cielo, todavía de día, pero ya algo oscurecido - no tenía derecho a no decidir el destino de mi tribu. Tal vez no pueda soportar todo esto, pero debo intentarlo. En mi tribu luchamos hasta que nos matan, o hasta que ganamos.

- Entiendo. Yo también debía coger el puesto de entrenadora. Wonderbot no me habla por eso - reí - pero sentía que tenía que hacerlo. Y seguro que Anna no se negó por lo mismo. En el fondo sabe que debe hacerlo. Además él dijo que todos los Elementos debían jugar.

- Es cierto - afirmó ella.

- De todos modos, me alegra que hayas soportado tantas gilipolleces para ayudar - agradecí - porque las hubo de sobra.

- Créeme, ya lo sé - fue la primera vez que la vi reír.

Era extraño.

- Será mejor que descansemos un poco más, ¿no? - comenté.

- No estoy acostumbrada a dormir demasiado, puedo rendir igual con menos sueño. Si quieres puedes ir a dormir, aún queda una hora por lo menos para que se oculte el sol.

- Como quieras.

Volví dentro, y dormí un poco más.