Si creía que nuestras vidas se asentarían una vez que Ray se hubiera recuperado del accidente y de su posterior traslado hasta el hospital aquí en Seattle, me equivoqué.
Francamente su accidente no podría haber ocurrido en peor momento. El mensaje de Ana para que la llamara me llegó con urgencia mientras Ros y yo estábamos a punto de entrar a una reunión importante con los propietarios de los astilleros. Yo no podía salir de la reunión en esta etapa tan avanzada del trato, no después de tantos meses de negociaciones delicadas que habíamos superado, y no cuando era tan crucial para el futuro de mi astillero aquí también.
Pero lo curioso fue, que con mi interés en resolver el asunto lo antes posible para dirigirme a Portland rápidamente para apoyar a Ana cuando lo necesitaba, fui bastante brusco y creo que los japoneses pensaron que tal vez había perdido interés.
El resultado fue que acabaron siendo muy dóciles y logré que me vendieran el astillero por menos de lo que estaba dispuesto a pagar. Todavía tengo que ir a Taiwán para finalizar todos los detalles, pero tengo que decir que todo salió bastante bien considerando las circunstancias.
El que Ray yaciera herido en el hospital lanzó una enorme sombra sobre el cumpleaños de Ana, cuando realmente había estado esperando sorprender a mi esposa en el primer cumpleaños que íbamos a compartir. Sin embargo, con algunos arreglos de última hora sabía que Ray había superado lo peor.
Parece que le gustó la pulsera que le di, lo que me agradó ya que me había llevado mucho tiempo decidir como recordarle todas nuestras primeras veces juntos especiales. Pero por su emocionada reacción, por lo menos se que definitivamente le gusta el R8 - creo que probablemente había olvidado que me había pedido que le regalara uno blanco. Pero creo que su mejor regalo fue el tener a todos nuestros familiares y amigos a su alrededor para una fiesta sorpresa. Andrea me ayudó a organizar y coordinar todos los vuelos para eso.
Así que pensé que habíamos superado el impase. Es por eso que me quedo perplejo cuando me llega simplemente un monosílabo a modo de respuesta al correo electrónico que le había mandado a Ana cuando volvimos al trabajo para comprobar que todo estaba bien y quedar en recogerla a las seis.
Ella me dice que simplemente está ocupada al enviarle otro mail a modo de comprobación pero sé
que su falta de bromas ingeniosas es un signo seguro de que algo no está bien. ¿Sigue preocupada por Ray? llamo a mi madre para comprobar si ha habido alguna recaída de la que no estuviera enterado, pero ella me asegura que todo va bien y que no hay ninguna razón por la que no pueda recuperarse completamente de sus lesiones. Mi madre le tiene mucho cariño a Ray, así que se que ha estado manteniendo una estrecha vigilancia sobre su reposo, y estoy seguro de que no sé le ha pasado por alto nada.
Cuando recogemos a Ana después del trabajo, puedo ver al instante en su cara que hay algo que definitivamente está molestándola. Admite que no ha comido bien, lo que me enoja. A modo de explicación me dice que me echaba de menos y está preocupada por Ray, al menos puedo tranquilizarla diciéndole lo que me ha dicho mi madre antes. Y si ella dice que me ha echado de menos, tal vez es un buen momento para preguntarle si quiere venir conmigo a Taiwán, pero me rechaza en el acto, por supuesto, diciendo que ella no puede cogerse más días en el trabajo.
Es obvio que cuando llegamos a visitar a Ray al hospital está mucho mejor, pero después de una breve charla sobre pesca, se cansa rápidamente, así que lo dejamos descansar un poco. Pero puedo ver que Ana aún está preocupada, y no me gusta que no confié en mí.
El colmo llega cuando Ana sólo le da vueltas a su comida de la forma que odio, cuando cenamos esa noche.
-¡Maldita sea! Ana, ¿Quieres decirme qué anda mal?
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EN LA PIEL DE GREY 3
RomanceEsepero que sigáis la historia como en la piel de Grey 2. Estoy segura que os gustará.