6.

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Una vez llegamos y recogimos a Flox en su casa, fuimos a ver a la familia de mis gemelas.

-Están aquí y están bien -dijo mamá Dalia abrazando a todos los niños, incluyendo a las gemelas.

-Sí, estamos bien -dijo Grisam.

-Pero...¿dónde estamos? -preguntó Flox.

-En una dimensión aleatoria a la nuestra. Le dicen "dimensión realidad compleja" -dijo Tomelilla.

-¿Y cuánto tiempo estaremos aquí? -pregunté yo mirando mis manos, que Tomelilla me dijo que eran "manos humanas".

-No lo sé...hasta que pueda encontrar un hechizo que nos devuelva.

-¿Tú tienes tus poderes? -dijo Vi celosa.

-Sólo una pequeña porción de ellos, pequeña. No debo gastarlos para que podamos volver.

Pervinca dio un bufido y Babú la miró divertida.

-No podemos volar, ni hacer hechizos...nada -dijo Grisam.

-¿Ustedes se quejan? -dije yo, indignada- no puedo volar, soy humana y ya no brillo -me crucé de brazos- parezco chica de dieciséis años.

-Al menos eres guapa -dijo papá Cícero.

-Eso es lo de menos ahora -dije- deberemos enviar a las niñas a una escuela de humanos normales y aburridos.

-Tú también eres una ahora -dijo Flox.

-¡Pero pensad en ustedes!, ¡tenéis vuestros compañeros en Fairy Oak y acá son todos humanos sin magia!, ¡no podréis hablar de la magia y de todas esas cosas! -dije y me fui a mi cuarto...o al menos a buscar uno.

-Extraña ser hada...-dijo Babú entristecida.

-Se nota...-dijo Tomelilla bajando la mirada- esto es mi culpa...

-No te culpes, hermana -dijo mamá Dalia- encontraremos la solución.

Fairy Oak: Real LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora