Fairy Oak: Real Life

10.

Una vez terminaron las clases, los niños y yo fuimos a la casa de las gemelas para hacer los deberes. Al parecer las niñas tenían que presentar una exposición sobre la magia, en lo cual les iría muy bien, ya que en lenguas les están pasando el mundo real maravilloso, lo cual ellas conocían bastante bien.

Grisam, Flox y Shirley tenían tarea de historia de la música, eso sería un poco más complicado, pero nada que los libros no resuelvan.

Una vez estaban las tareas dictadas de todos, y yo no tenía deberes, fui a hablar con Tomelilla al sótano, ya que la habitación de los hechizos no existía en este lugar.

-Toc, toc -dije antes de entrar- ¿se puede? 

-Claro. Pasa, Felí, siempre eres bienvenida -me dijo con una sonrisa radiante- aún no me acostumbro a que seas tan grande.

-Sí, yo tampoco... -suspiré- en fin, ¿cómo va eso del hechizo transportador? 

-Aún necesita unos retoques, pero en un mes más o menos estará listo para que podamos volver -dijo con una sonrisa.

-Eso espero, Tomelilla. Las niñas echan de menos sus poderes, y sé que tú también lo haces.

-Y tú echas de menos volar, Felí, lo veo en tus ojos -dijo acariciando mi mejilla.

-No tienes idea de cuanto...-unas lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.

-Oh, mi hadita -dijo dándome un abrazo y yo le correspondí- tranquila, pronto volveremos a casa.

Lo que ninguna de las dos sabía...era que las gemelas habían escuchado todo tras la puerta...