Distracciones (Spencer Reid Fanfiction) [TRADUCCIÓN]

Capítulo 15: No dispares.

Spencer cerró los ojos. Su cabeza le palpitaba. Estar postrado por tres días realmente te debilitaba. Su pecho se sentía como si alguien le estuviera apuñalando una y otra vez.

Recordó las palabras de García. ¿Estaba Ford realmente ahí? ¿O era una trampa?

Se inclinó hacia delante en la silla de ruedas para mirar por un pequeño agujero en la puerta. Reid intentó no gritar mientras el dolor se intensificaba. Apretó los dientes y observó a Penélope. Llevaba una pistola, estaba tan asustada que Spencer temía que por accidente apretara el gatillo.

La puerta se abrió y los pasos hicieron eco en el suelo. 'No dispares...' pensó. Quería que muriera por sus propias manos, tan egoísta como sonaba, pero no podía dejar que le dispare a García, así que ella tendría que hacerlo.

La vio retroceder, su dedo estaba sobre el gatillo. "¡Aléjese!"

Spencer escuchó con atención. Una voz profunda se rió antes de decir: "¿Dónde está el Dr. Reid?"

García parpadeó dos veces. "¿Quien?"

Una gota de sudor corrió por la frente de Reid. Si Ford tenía un arma, Penélope no tenía oportunidad.

"No me mientas, chica," rugió el hombre. Spencer se quedó sin aliento cuando vio un arma apuntando a la cabeza de García. La de ella estaba en el suelo, detrás del su-des encapuchado.

"No lo preguntaré una vez más," dijo, dando un paso hacia adelante. "¿Dónde está el Dr. Reid?"

Penélope se irguió, segura, a pesar de estar con una pistola apuntando a su cabeza. "No tengo idea de quién hablas. Estaba buscando el abrigo de mi sobrina. Estuvo en esta sala hace unos días."

'Bonita excusa' pensó Reid. Su cabeza le daba vueltas mientras luchaba por no desmayarse. El ruido de su cabeza golpeando la pared revelaría su ubicación.

"Si estuvieras aquí sólo para buscar el abrigo de tu sobrina, estarías pidiendo clemencia ahora mismo," señaló el hombre. "Y sin dudas no llevarías un arma contigo."

García miró hacia un punto detrás del ignoto. Spencer frunció las cejas. ¿Qué estaba-

¡Bang!

Una bala fue disparada y Reid se desplomó en la silla de ruedas.

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Claire apretó su frente sangrante con un pedazo de su camisa. El material se empapó en cuestión de segundos.

Mientras gritaba que la dejara ir, su padre agarró un clavo oxidado y le hizo un corte en la frente de sien a sien. Eso había sido hace una hora y ella todavía seguía sangrando.

"Ayúdame," llamó por decimoquinta vez. El cansancio comenzaba a apoderarse de su cuerpo. Se apoyó en la pared, tratando de calmar su respiración irregular.

Claire no podía dejar de llorar por las pobres niñas que habían sufrido lo que ella estaba sufriendo ahora. Sus rostros atormentaron su mente; su piel pálida, ojos verdes grandes y vacíos, y expresiones en blanco.

Hizo una mueca mientras trataba de sentarse. Se llevó un dedo a la frente y casi gritó. Dolía mucho más bajo su tacto.

Claire apretó los dientes mientras movía sus dedos por encima del corte, tratando de calcular lo amplio y profundo que era. En ese momento lo supo, necesitaba puntos de sutura. "¡Ayúdame!"

Se dejó caer contra la pared otra vez, las lágrimas resbalaban por sus mejillas. Moriría allí, sin duda.

Su visión estaba oscureciéndose cada vez más. Claire tragó saliva y trató de pensar en algo que no fuera su frente. Cuando cerró los ojos, todo lo que pudo ver era a Spencer tendido en el suelo, con su vida lléndose frente a sus ojos.

"Lo siento Reid," susurró. "Lo siento mucho."

Sus ojos se cerraron de nuevo y su mente quedó en blanco.

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Derek enfundó su arma cuando el ignoto cayó al suelo. Penélope se quedó allí, congelada. Su ojos estaban abiertos como platillos. Miró a Morgan y corrió hacia él.

Se abrazaron por un buen rato. "Oh, Dios mío, me iba a matar," susurró. Él la abrazó con más fuerza.

"No iba a dejar que eso suceda."

Ambos miraron al hombre en el suelo. Un mechón de cabello rubio sobresalía de su capucha. '¿Rubio?' pensó Morgan. 'Ford no es rubio.'

"García, este no es Ford," dijo, caminando hacia el cuerpo caído. Le quitó la capucha y frunció las cejas. El hombre que tenía delante de él, jamás lo había visto en su vida.

Penélope metió la mano en el bolsillo del hombre muerto y sacó un pedazo de papel. "Mata al Dr. Spencer Reid. Firma Dean Lowe."

"Por lo tanto, todavía está utilizando su nombre falso."

Ella se encogió de hombros. "Supongo."

Los ojos de Morgan se abrieron con alarma. "¿Dónde está Reid?"

Ella dio una vuelta. "Está en el armario."

Derek abrió el armario con cuidado. "¿Reid?"

Un cuerpo inerte salio fuera del armario, cayendo al suelo. García ahogó un grito. "¡Reid!" Dijo Morgan. Buscó el pulso de Spencer. El joven agente tenía una mano sobre su pecho, el cual sangraba cuantiosamente. "No está muerto, pero su herida en el pecho se ha abierto de nuevo."

Penélope corrió hacia la camilla y presionó el botón de emergencia.