Leo se quedó mirando vagamente por la ventana de su curso mientras estaba junto con sus amigos tomando un jugo en el receso, estaba pensando con mucha emosión sobre el encuentro de mañana con Dylan. Y en parte estaba esperanzado de poder encontrarselo nuevamente ese día saliendo de clases...
- hahaha si y me dió su numero - reía uno de sus amigos.
"Número" pensó Leo sintiendo un puñál por la espalda, hasta el momento no se le había ocurrido la idea de pedirle el número de su celular al castaño, aunque le incomodaba que pensase que fuese muy pronto o que no le gustaría, temía esperanzarse demasiado, pero el gamer no podía salir facilmente de su cabeza.
Al terminar el día Leo se va junto con sus amigos a tomar el autobus, busca por todos lados, entre la gente.... pero no encuentra al castaño, llega a casa desanimado, saluda con pocas ganas a su madre que preparaba la cena, ella se percata de su desanimo y corre a revisar si tenía fiebre.
- Estoy bien - le contesta Leo apartándo la mano de su madre de su frente.
- Tu hermana llegó antes porque la vieron toda agripada - justifica.
Leo se sorprende porque no la había visto en tal estado en la mañana a su hermana y se apresura a verla a su cuarto. Martina le recibe haciéndose la burla de si misma por haber sido descuidada - Perdón por no decirte nada en el colegio cuando me fuí.
- Hubise vuelto contigo tonta - le recrimina Leo obligando a que se volviese a acostar.
- Leo ¿me comprarás esta vez el juego que te pedí? - le mira con ojos de cachorro.
- Ya te dije varias veces que no voy a comprar esa cosa
- ¡¿Pero no me ves sufriendo?!, hasta me he enfermado porque no puedo tener ese juego en mis manos.
- ¡No exageres!
- Por favor Leo - le ruega una y otra vez, comienza a picarle las mejillas, pero esta vez Leo accede sin esperar muchas súplicas.... después de todo era vulnerable a Martina cuando estaba en ese estado. Leo respira hondo una vez está fuera del cuarto de su hermana y se pregunta cómo le haría para comprar el juego si mañana tenía que ir a ver jugar a Dylan... posiblemente, ya que no había podido explicarle bien nada de puros nervios por lo que Martina estuvo junto con ellos en el autobus cuando iban al colegio.
"Realmente desearía tener su número" piensa sacando de uno de los bolsillos de su pantalón su celular.
SUSPIRO......
La mañana siguiente Leo se alista para ir solo al colegio ya que Martina se quedaría en casa a causa de su gripe, pero mientras camina a la parada y luego espera a que el autobus llegase trata de despejar el rubor en sus mejillas. Apenas cancela su pasaje al conductor se sienta en un asiento doble esperando poder encontrarse con el castaño en la siguiente parada, y tal como esperaba, en esa parada sube Dylan, encontrandose con la mirada del castaño que le observaba de igual forma, con un singular toque rojizo en sus mejillas.
- Buenos días - se saludan ambos. Dylan se sienta a su lado y se encoge entre sus hombros tratando de animarse a preguntarle si hoy iría a verle jugar.
- ¿Y tu hermana? - pregunta Dylan un poco nervioso.
- .....Está enferma - responde - ....¿Hoy podré ir a verte jugar basket?
- ¿Podrás ir a verme jugar.....? - coinciden sus preguntas al mismo tiempo, ambos se ríen y comienzan a discutir los detalles de su encuentro. Dylan quería recoger a Leo de su colegio, pero el no quería porque lo retrasaría más, al final consigue convencer al castaño de que le facilite la dirección de su colegio y el se la dibuja en uno de sus cuadernos de Leo con un poco de dificultad debido al movimiento del vehículo.
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¡Noob a la vista! - Yaoi [TERMINADO]
RomanceDylan, un chico de 16 años que es extremadamente amante de los videojuegos, en los últimos meses ha ahorrado su mesada para poder comprar la entrada a la Freedom Week, la convención de video juegos más importante en su país, España. Por otro lado...