NARRA SAMANTHA
Me he despertado, es de madrugada, no consigo dormir, cualquier cosa ahora me entretendría, estoy tan aburrida mirando al techo pensando que hacer. Creo que la mejor manera para matar el tiempo es llamar a ese número del que me hablaba mi madre en la carta, o buscar por internet la calle, incluso mirar en las páginas amarillas el número de John. Pero creo, que la mejor opción es llamar al número o buscar la calle por internet, pues buscar el número de John seria un intento fallido, ya que no me se su apellido, así que me pongo manos a la obra, cojo mi celular y el portátil, he de empezar con la promesa que le hice a mi madre. Primero llamo, así que cojo el celular que supongo que estará en la mesa de noche, cargando como siempre, miro y ahí está, como si estuviera esperando toda la noche por mi, a ser utilizado, de verdad aveces mis pensamientos me hacen gracia. Lo cojo y marco, ¿le doy al botón verde? De verdad no se que hacer, es de madrugada, quien coge un movil de madrugada, bueno sin mas rodeos, marcó, uno por uno mirando si me he equivocado en algún número, y al fin cuando ya esta toco tecleado, empieza a dar la llamada, si ha sonar ese pitido que tanto odio y tan repetitivo, ya con ninguna esperanza de que lo cojan, de repente escucho una voz al otro lado de mi movil. No lo podía creer, no doy crédito ¿es la voz de John?...
_ Hola, ¿quién es?-. Sin duda era el, su voz es inconfundible para mi.
_ ¿John?-.
_¿Samantha?-. No pienso contestarle, sin contestarle corto la llamada, estoy un tanto perpleja ¿que tiene que ver John con todo esto?.
Mi madre debía de saber mas cosas y no me las dijo...
Sin pensarlo dos veces, me asomo al balcón, necesito coger aire. Abro la pequeña puerta de mi balcón, pero alguien me sorprende, se ve que es un hombre, no se quien, ni como es, solo se que en menos de dos segundos lo tengo por detrás de mi, agarrándome, dejándome inmóvil, intento escapar del enorme monstruo, algo que se me hace imposible, solo consigo cansarme y estar débil, al fin, cuando se da cuenta que me doy por vencida, me tapa los ojos, me susurra en el oído algo que no alcanzo a oír, estoy muy nerviosa por lo que no escucho nada, solo hago un intento de no llorar y tranquilizarme. No recuerdo que mas sucedió, ni que paso, solo se que me encuentro en una playa, preciosa, su arena blanca y el pequeño acantilado que hay al final de ella, esta playa es increíble, creo que me sorprendí demasiado, pero era lo mínimo que podía hacer pues era realmente hermosa y nunca había estado en ella, para rematar la sorpresa me encuentro acurrucada encima de John, no entiendo nada, ¿que había pasado?.
Entonces fue cuando levante la cabeza, para mirar aquellos preciosos ojos de los que me había enamorado nada mas verlos, aquellos ojos que tanto me gustaban, al sentir mi mirada me la devolvió, y me dijo:_ ¿estas bien?-. Estaba preocupado. Me he incorporado e asentido.
_ Tienes unos pequeños rasguños, ¿te duelen?-.
_ Un poco, ¿quién fue?¿quién me hizo esto y porque?-.
_ Sami.. Fue un amigo mío, Alex para ser concretos...Yo, yo no quería, lo siento-. Estaba rojo, en ese momento fue cuando supe que quería llorar, y que de verdad no me quería hacer daño. Yo solo permanezco en silencio a su lado, callada.
_ No se como conseguiste mi número, pero no debes llamarme y debes permanecer alejada de mi, por mas que me duela-.
_ Explícame, ¿porque me he de alejar de ti? Pensaba que yo te importaba-. Dije casi entre lágrimas, además de la voz rota, estoy destroza.
_ Sami, entre mas lejos mejor, me llamaste y te hicieron daño, en mi banda, bueno mis amigos, entre nosotros ahí una regla "amigos antes que chicas" me advirtieron, que sino me alejaba de ti, te harían daño, si, lo se, son unos cabrones, pero tienen sus motivos-. En ningún momento me pudo mirar, solo miraba a la arena y jugaba con sus pies, como si así se pudiera tranquilizar.
_ Que me hagan daño, me da igual, quiero estar contigo, por favor.-. Me he derrumbado, no quiero que me vea, así que sin pensármelo dos veces salgo corriendo, lo más rápido que puedo, me quiero alejar de todo...
El me grita, que pare, que vaya con el, que aún estoy débil, pero me niego, no quiero ir, ya el daño esta echo, mientras corro las lagrimas caen, a la vez que caigo yo, pero no caigo a la arena por falta de fuerza, caigo por el pequeño acantilado que da al mar, por falta de visión, en ese momento siento demasiada adrenalina en mi cuerpo, estoy demasiado asustada, me quedo paralizada, llorando, hasta que caigo al mar. He caído, dándome un fuerte golpe en la cabeza, quedándome inconsciente, lo único que consigo ver son imágenes pasar por delante de mi, imágenes de lo que esta pasando, veo lo que me esta sucediendo, pero yo no puedo hacer nada, veo mi cuerpo destrozado, en el mar, sin que nadie se percate de que esta ahí, salvo John, ¿estaré muerta?.
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Quédate conmigo
Teen FictionSamantha, una chica de 16 años, tan solo cuando era una cría pasa la peor pesadilla que puede tener, el maltrató de su padre hacia su madre, de la nada el padre que no es con padre para ella desaparece de su vida, y entra el que por ahora será su n...