Aunque he tardado varias semanas en tomar una decisión, por fin he dado el paso y he dejado el equipo de voleibol. Rebeca sigue en él y no le ha gustado mucho la idea, pero francamente, ella fue la que quiso apuntarse no yo. Ahora que no tengo nada que hacer durante mi hora libre, voy a apuntarme a lo que realmente quería desde el principio.
Boxeo.
Quiero unirme al equipo, pero no busco competir como hace Nathan, yo solo quiero un entrenamiento más privado y soltar un poco de energía a través del saco. Por eso, espero que me dejen entrar, porque tengo muchas emociones contenidas de las cuales quiero desprenderme de una vez por todas.
Me quedo parada ante la puerta del despacho del entrenador y llamo dos veces con la mano. Si me hubiera apuntado el primer día en la lista no tendría que pasarme por aquí para pedirle poder entrenar en su equipo.
—Adelante —contesta alguien, con voz ronca, desde el interior.
Cuando entro en el despacho, me encuentro con una sala llena de estanterías con trofeos, cuyas paredes están cubiertas de pósteres de luchadores famosos y cuadros con fotos del entrenador con algunos de los luchadores de su equipo.
Cuando mi mirada se cruza con la del entrenador, no puedo evitar ponerme nerviosa. Rápidamente se levanta de su silla, dejándome ver su cuerpo atlético, y señala con su mano la butaca que hay libre frente a su mesa para que me siente en ella.
Mientras me acomodo, el entrenador se desabrocha la chaqueta negra de chándal que lleva puesta y se lleva a la boca una taza que desprende un horrible olor a alcohol, le da un largo sorbo esperando a que le diga a que he venido.
—Me gustaría entrenar con el equipo de boxeo, sé que vengo tarde y que debería haberme apuntado hace unas semanas, pero he estado muy liada y...
—No hace falta que continúes. Puedes unirte a los entrenamientos, siempre y cuando tengas el nivel que buscamos.
—No me has entendido bien. No quiero competir, solo busco entrenar y si puede ser por mi cuenta mejor.
—Entonces, a ver si me queda claro, ¿solo quieres entrenar tu sola?
Asiento con la cabeza.
—Solo puedo durante mi hora libre, así que sí, no tengo tiempo para clases grupales.
—De acuerdo.
El entrenador saca un papel, que tenía doblado en el cajón de su mesa, y lo extiende frente a mí. Relleno la hoja con mis datos y se la entrego de vuelta.
—No puedo decirte que bienvenida al equipo, ya que no vas a competir, pero puedes hacer uso de las instalaciones cuando quieras.
—¿En serio? Vaya, gracias.
—No tan rápido, siempre y cuando acudas primero a una clase con todo el equipo. Necesitas tener nociones básicas para no hacerte daño cuando entrenes por tu cuenta.
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Otra oportunidad para el amor | Bilogía Otra oportunidad #1
Novela Juvenil⚠️La novela está siendo editada poco a poco, estoy corrigiendo la ortografía y haciendo los capítulos más largos, así que no os asustéis si los capítulos van cambiando. Aquellos capítulos en los que ponga BORRADOR, no están editados. Desde que termi...