—¿Queda mucho para llegar? —le pregunté a Trevor, completamente emocionada desde el asiento del copiloto. Antes de subir al coche me había vendado los ojos con un pañuelo de su madre y no sabía a dónde nos dirijamos. Según él, porque quería sorprenderme.
Esperé una respuesta de Trevor que nunca llego, porque mantuvo la boca cerrada casi todo el trayecto y eso me puso más nerviosa todavía.
¿Qué estaba tramando?
El motor del coche se apagó abruptamente y dejó de hacer ruido. Eso me dio una pequeña pista de que ya habíamos llegado. Trevor bajo del coche primero y, como no podía ver, me conforme con escuchar desde mi asiento como rodeaba el coche para llegar a mi puerta.
—Ten cuidado al bajar —Trevor abrió la puerta del copiloto y cogió mi mano para ayudarme. En cuanto mis pies tocaron el suelo, escuché como la hierba crujía con cada paso que daba—. Ya hemos llegado —dijo a la vez que me quitaba el pañuelo.
Abrí los ojos lentamente, para acostumbrarme poco a poco a la luz del sol, y solté un pequeño grito de emoción al observar la cascada que había enfrente de mí. Avance hasta ella y no pude resistirme a meter la mano en el agua.
Trevor me había preparado un pícnic sorpresa y se quedó atrás montándolo mientras yo disfrutaba del agua. Dejó la cesta de mimbre en el suelo y extendió una manta de cuadros azules para sentarnos sobre ella.
Aunque seguía agachada delante del agua, me giré para ver qué había traído para comer. De la cesta sacó dos latas de refresco, dos sándwiches de atún, una bolsita con uvas, y un juego de mesa para entretenernos.
—Sé que te encanta el agua, pero porque no primero comemos y luego nos metemos.
Asentí con la cabeza y me uní a él. Los sándwiches estaban tan buenos que no tardamos nada en terminárnoslos.
—¿Nos damos un baño entonces? —le sugerí.
—No sé... es que se está tan bien aquí —me dijo, tumbándose en la manta y extendiendo sus brazos por encima de su cabeza, desperezándose.
Trevor sabía que podía llegar a ser muy convincente, por eso, me levanté y caminé hacia la orilla, con su atenta mirada sobre mí. Iba a jugar un poco con él, así que comencé a quitarme la ropa poco a poco.
Empecé por los vaqueros, los cuales me costó un poco quitármelos, pero al menos no perdí el equilibrio al hacerlo. Me quité la camiseta, dejando completamente al descubierto mi ropa interior, y desvié un momento la mirada a él para comprobar que efectivamente estaba disfrutando de las vistas.
—¿Qué haces pillina? —Trevor se acercó a mí y colocó sus manos sobre mi cintura. Rodeé su cuello con mis brazos y pude notar lo nervioso que le ponía por cómo comenzó a temblar en cuanto le acaricié el cuello.
—Bañarme.
Me quité toda la ropa, quedando completamente desnuda ante él. No era la primera vez que me veía así, pero se tapó los ojos para que no viera que se había sonrojado. Aproveché que estaba despistado, para correr al agua y zambullirme. Miré hacia atrás y comprobé que, efectivamente, ya no tenía los ojos tapados y su mirada estaba fijada en mí.
—¿Vienes?
—Sí.
Trevor se quitó toda la ropa y entró en el agua conmigo. Cuando estuvo cerca de mí, me agarré a su cuerpo como un koala, rodeando su cintura con mis piernas. Comencé a besar su cuello, picándole un poco más, y Trevor apretó mi culo ganándose una aguadilla de mi parte.
—¡Eso es trampa, has empezado tú!
Comencé a nadar para alejarme de él lo máximo posible antes de que me alcanzara.
—¡Nunca conseguirás pillarme!
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Otra oportunidad para el amor | Bilogía Otra oportunidad #1
Roman pour Adolescents⚠️La novela está siendo editada poco a poco, estoy corrigiendo la ortografía y haciendo los capítulos más largos, así que no os asustéis si los capítulos van cambiando. Aquellos capítulos en los que ponga BORRADOR, no están editados. Desde que termi...