7.Su pasado

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Poco a poco fueron pasando los días, por las mañanas me levantaba tarde, bueno tarde teniendo en cuenta que por lo general a las siete de la mañana yo ya estaba despierta para llegar a tiempo a clase, asi que a eso de las diez de la mañana, me ponía un chandal y salía a correr junto a Luis, al que me encontraba todas las mañanas a mitad de camino ya que pasabamos por el mismo parque. A pesar de que aun me sentía intranquila a su lado poquito a poco ibamos llevandonos mejor. Cuando volvía, sobre las doce, me ponía el bikini y bajaba a la piscina. Despúes de una hora en el agua o en la toalla tomando el sol solía darme una ducha rapída y ayudar a Liwis en la cocina. Recogía la mesa y las cinco iba a casa de Tiffany para enseñarle a tocar la guitarra, progresaba rápido aunque no tenía mucha paciencía. Por lo general Brooke y Nairy venian por la tarde y nos sentabamos las cinco a cotillear de la vida mientras nos refrescabamos en la piscina o cantabamos canciones.

La verdad es que me sentía muy cómoda en aquel lugar, pensaba en mi pasado y tambien en mi futuro, normalmente siempre tenía a alguien cerca ya que soy bastante patosa y si me sucedía algo desaparecería de este mundo para siempre, pero tambien disfrutaba del presente.

Despúes de una semana y medía allí vino Adrian a pasar una temporada a casa de su hermana ya que su compañero de piso quería pasar tiempo a solas con su novia para comprobar si eran compatibled como pareja estable y vivir en una misma casa. Se instaló en la habitación de invitados. Al principio creí que sería incómodo vivir con él en la misma casa, pero resultó ser una compañía muy agradable. Por las noches ibamos al porche o debajo del sauce a charlar, bueno solía hablar él porque yo no hacía otra cosa que preguntarle ya que sabía todo sobre mi y yo practicamente nada sobre él. Y así fué como descubrí la razón por la cual había muerto.

-Espero que no te moleste mucho la pregunta pero me gustaría saber que te sucedió, es decir... no quiero que pienses que... Osea no... es solo curiosidad pero si no quieres lo entiendo... -me estaba poniendo cada vez mas nerviosa y que él me mirase con aquellos ojos azules tan bonitos y llenos de ternura no ayudaba mucho.

-Tranquila Lia, no me importa hablar de mi pasado, al fin y al cabo supongo que tienes derecho a saber sobre mi tanto como yo se sobre ti.- su sonrisa se amplió aunque enseguida se puso serio y comenzo a relatarme su historía- Yo tenía diecinueve años, vivía con mis tios ya que mi padre era un borracho y un drogadicto y mi madre murió cuando yo tenía trece años. Sin ella allí para detener al borracho que me engendró yo me ganaba palizas monumentales por parte de mi padre. Cada día tenía más miedo asi que cuando cumplí los quince años hablé con la hermana de mi madre y le supliqué que me dejase ir a vivir con ellos. Cuatro años más tarde decidí que sería un buen momento para intentar reconciliarme con mi padre. Fuí a la casa en la cual crecí pero al llegar solo ví a un asqueroso borracho con la casa hecha un asco y con dos putas a su lado, supuse que el no trabajaba, al menos no en el estado en el que estaba y me pregunté como era posible que pusiese permitirse conservar la casa y ademas poder pagar compañia adicional. Una terrible idea pasó por mi mente y fuí corriendo al cuarto de mi madre, y como temía todas las joyas de valor que tenía habian desaparecido, a penas quedaba un puñado. Cabreado me guarde lo que quedaba de la herencia de mi madre y encaré a mi padre. A pesar de que él estaba borracho yo no había peleado en mi vida, me dió tal paliza que yo acabé en el hospital. Él por obligación de mi tía fue a verme y una vez delante mía con todo el rencor del mundo se acercó a mi y mientras me desconectaba de la maquina que me permitía permanecer consciente me susurro al oido: " Espero que te mueras entre terribles sufrientos".

No sabía cuando había comenzado a llorar pero me dí cuenta de que no podía parar y me arroge a los brazos de aquel hombre que tanto había sufrido en su vida para que me consolase, a pesar de que lo que me había contado le había pasado a él y posiblemente quien necesitase consuelo sería él.

-Oye pequeña no llores, eso es parte de mi pasado y ya lo superé. Ahora vivo el presente y soy feliz de poder hacerlo en tu compañía.- Sonreí timidamente escondiendo la cabeza en su pecho. Yo también era feliz de poder estar junto a él. Bostece sin querer y el sonrió.- Duerme pequeña yo me quedaré aqui para cuidarte... por siempre.- me dió un beso en la cabeza y me rodeó con sus brazos. Esa fue la primera noche que dormimos juntos.

SOMBRA DE LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora