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Miércoles, 25 de Julio 2015, 09:08 am.

Ojeaba detenidamente mi último caso, cuando tocaron a mi puerta.

"Adelante." Levanté la mirada, encontrándome con Sandy, con un expediente sobre sus manos."¿Nuevo caso?" Suspiré, acariciando mi tripa.

"Si, señora." Asintió." No es un caso muy problemático, pero pidió que lo defendiera usted."

Asenti, haciendo un gesto a Sandy para que me diera el expediente.

"Aquí tiene." Lo dejó sobre mi mano.

Asentí.

"Muchas gracias. Ya se puede retirar." Dije. Y una vez se fue, me decidí a abrir el fichero, siguiendo mi procedimiento: primero se lee las causas de encarcelación y por ultimo, el nombre. Nunca podré entender a aquellos abogados, que dejan toda la ética y moralidad de lado por un par de billetes.

Una vez, se me ofreció defender a uno de los hombres mas ricos del mundo (no diré nombres ya que es confidencial) en un caso en el que el susodicho había estafado a hacienda cien millones de euros. Se me pidió y suplicó que lo defendiera, incluso me ofrecieron un millón de euros en bruto, pero mi reputación incorruptible siempre irá por delante que cualquier cosa. Esa persona merece estar en la cárcel, pero una vez mas, el dinero compró la libertad. Vivimos en un mundo en el cual los que tienen dinero sin importar el numero de delitos que cometan, siempre estarán en la libertad.

Negué con la cabeza.

Y por la misma regla de tres, fui directamente a las causas de encarcelación: posesión de armas sin licencias, golpear a a un hombre.

Bueno, es un caso muy fácil, por la posesión de armas sin licencia serian unos tres meses de cárcel, por golpear a alguien unos seis, pero teniendo en cuenta que mi cliente dice que es en defensa propia, si puedo llegar a corroborar los hechos, estaría libre de culpa. Y segun pone en su expediente lleva un comportamiento bastante ejemplar, lo que me facilita el caso. Y al no haber dado uso al arma, podría hacer que mi cliente se abstuviera de ir a la cárcel y hacer que se comprometiera a hacer servicios comunitarios.

Ajusté mis gafas a la altura de mis ojos, y procedí a leer los datos de mi cliente. Y juro, que cuando lo hice, preferí no haberlo hecho... Mi cliente no es nada menos que Justin Bieber. Recé por que fuera otra persona que se llamara igual, pero cuando vi su foto, la irritación llenó cada lugar de mi cuerpo. ¿Porque ese desecho social de todos los abogados que hay en la ciudad de nueva york tuvo que elegirme a mi?

Es que, no puedo creer hasta que punto puede llegar la estupidez del ser humano... Le dije; le avisé: ' Y haz el favor de no meterte en mas líos, no quiero volver a verte'. Pero no, su estupidez es tan grande com--.

¿Su miembro?

Si... Eh, no. Callate.

Negué con la cabeza, por esta conversación tan indecorosa e innecesaria conmigo misma y procedí a terminar mi frase: Su estupidez es tan grande como su ego.

Y después de tanto rato, ahí llegué al quid de la cuestión: Justin verá mi tripa. Y no se que haré si pregunta algo. ¿que debería hacer? ¿decirle la verdad o mentirle? Siempre me jacto de ser una persona muy ética, pero ahora no sé si seguir mis principios o mirar mis propósitos de seguir adelante con mis niños sin un padre.

Pasé una mano por mi pelo con desesperación y llamé a la cárcel donde estaba el susodicho encarcelado, para pedir un permiso, para entrar a verlo, de nuevo... No dejaré que su presencia me afecte, no dejaré que me haga perder la compostura, y después de esto, salga inocente o no, del juicio, yo seguiré con mi vida y el con la suya, tal y como acordamos.

The Lawyer ⇨ |j.b| |EDITANDO| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora