Capítulo VII: Marido y mujer.

588 36 17
                                    

Jason Todd.
13.12.21.
18:55 hrs.
Gotham, Mansión Drake.

Notaba el nerviosismo de Tim, de cierta forma era gracioso y agradecía de sobre manera a Sommer por haber permitido que yo presenciara esto.
Faltaba tan poco para que Steph bajara al jardín y el show comenzara, sé que él está enloquecido por olvidar lo que escribió para su prometida, pero es Tim, dudo que pueda olvidar algo en su vida.

La mayoría de los invitados ya estaban en las sillas blancas de madera esperando al igual que el novio la presencia de Stephanie. Yo me encontraba con Tim en el altar en un intento para controlar sus estúpidos pero graciosos nervios.

—Yo te amo y siempre te amaré, sin importar las situaciones que se nos presenten, yo te amaré... —se detuvo de repente —¿No crees que estoy diciendo varias veces “amo”?

—¿No crees raro el hecho de que no me has propuesto matrimonio y aún así ya me estás recitando tus votos? —respondí en forma de broma.

—Ella creerá que lo estoy forzando y no puedo darle esa sensación el día de nuestra boda, tengo que cambiarlo. —siguió hablando ignorando mi comentario.

—Ok, acepto casarme contigo, Timmy. —continué con mi broma.

—Tal vez sólo deba decir lo que sale de mi cabeza cuando la miro. —dijo para sí mismo.

Sonreí rodando mis ojos, pues, ¿qué tan difícil era prepar un discurso como ese?
Y como si el destino quisiera jugar conmigo, la silueta de Sommer hizo acto de presencia inspeccionando a los invitados, pero se detuvo por un segundo tocando el aparato en su oreja, escuchó por varios segundos para después asentir varias veces y elevar sus increíbles ojos en mi dirección notando que la miraba como un acosador. Ella de inmediato se giró al área del jardín donde sería la recepción. Elevó su mano en el aire en un puño, dejando su pulgar hacia arriba afirmando alguna cosa. Fue así como la música comenzó a reproducirse en todas las bocinas. Eran canciones clásicas, si no me equivoco se trataba de una sinfonía, pero no recordaba exactamente de quién.
Sommer sonrió orgullosa ante ese pequeño hallazgo. Mis ojos no lograron mantener la vista en ella así que los desvié al suelo.

—Sólo dile lo que sientes y no hagas promesas que sabes que no podrás cumplir, Tim. —comenté por fin.

—Vaya, si tienes sentimientos después de todo, Jaybird. —contestó mi compañero.

Plegué las cejas para darle mi atención.

—Tú y Roy Harper deberían unirse al circo, son tan graciosos. —ideé rodando los ojos.

Él soltó unas risas que al parecer le calmaron, después de todo no soy tan mala compañía como creí. Igual no es que esté en esta boda para socializar, en un principio era por Sommer, pero ahora tengo genuina emoción por el compromiso de dos personas que de verdad me importan.

—Tu consejo me sirve, Jason, no seas tan malhumorado. —dijo él dándome un leve golpe en el hombro —Y por el día de hoy, debes permitir que te llame de esa forma, Jaybird.

Solté aire por la nariz sonoramente dándole a entender que sus bromas no me causaban la misma mofa qué a él. La típica sonrisa molesta de Tim Drake se dibujó en su rostro para después soltar unas carcajadas.

—Ve a alivianarte a la barra antes de que Sommer vea esa cara de mierda que tienes, Jason. —volvió a hablar cuando sus burlas cesaron.

IncandescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora