10. Un gato

36 7 0
                                    

Caminaba por la acera, volviendo de la universidad.

Nada le había hecho pensar que el día sería memorable.

Un maullido asustado la sacó de su ensimismamiento. Jamás caminaba sin sus auriculares puestos, pero ese día, la batería del celular se había acabado cuando descendía del autobús.

Caminó hasta el callejón de donde provenía el maullido. Un pequeño gato temblaba en un rincón, junto al bote de la basura. Su pelaje era castaño y sus ojos café. Le llamó la atención el color, los gatos no solían tener ojos así, pensó. Ella no era experta en gatos, ni siquiera le gustaban, solo sabía lo que Andy le decía, porque él los adoraba.

—Hey, la vida es turbia ¿verdad? —Se rió un poco de ella misma. Le estaba hablando a un gato que parecía temerle a la humanidad.

"Un gato inteligente" —pensó.

El pequeño mamífero la observó un momento, expectante. Luego se desenroscó de él mismo para caminar hacia Sophia. Ella retrocedió un paso; no le simpatizaban los gatos, realmente.

El ronroneo que le dedicó, cuando se frotó contra su pierna, la hizo sonreír.

Los gatos saben elegir —murmuró, recordando lo que Andy le solía decir.

Sopesó la situación un minuto.

Nada le había hecho pensar que el día sería memorable.

"Maldito Andy" —blasfemó mentalmente, cuando se agachó para acariciar al felino, detrás de las orejas. No hubo ataque en respuesta—. "Eso tendrá que ser suficiente señal" —pensó. Acto seguido, lo tomó entre sus brazos y retomó su camino de vuelta a su departamento.

Nada le había hecho pensar que el día sería memorable.

N/A: Gracias a quienes leen. Me encanta tenerlos, me hacen feliz, en serio, en serio.

El próximo capítulo es el último y le diremos goodbye a Andy y Sophia, definitivamente. 

GoodbyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora