Destino

39.¡Pervertido!

Miércoles, 14:00 de la tarde
Judith

-¡Qué mono!- le dije a Dylan.

Se había puesto una máscara de perrito que venian en las cajas de un restaurante. Después de comprar el vestido, me empezó a rugir el estómago y nos fuimos directo a nuestro restaurante favorito "The red doors" , si un nombre bastante raro.

- Pruebatela tú- pidió Dylan.

La cojí y me la puse.

- ¡Qué mona!- dijo Dylan poniendo la misma voz que yo.

No reímos y nos fuimos de ahí. Sin pagar. ¡Ay dios mío! ¡Se nos ha olvidado pagar y no se han dado cuenta!

- Dylan, tenemos que volver, no hemos pagado.

- Tranquila, lo pagué yo antes.

- No tenias por qué, pero gracias- dije y nos abrazámos.

- Por ti, lo haría todo- dice y se me acerca lentamente. Oh no. No estoy preparada... A la mierda. Me acerqué rápidamente hacia él y lo bese apasionadamente. Él se sorprendió y siguió el beso. Yo le cogía del cuello y el por la cintura.

- ¿Qué acabo de hacer?- dije por mis adentros, aunque salió mal y Dylan lo escuchó.

- ¿Qué?¿No te ha gustado? Lo siento, yo...

- ¡No! Si, si me ha gustado.

- ¿Quieres que vaya a la boda contigo?

¡¿Qué?! No, ¡No!

- Sí, claro, como no.

Es que soy tonta.

- Perfecto. Ah, ¿Quieres acompañarme a comprar el traje? Podemos ir ahora.

- Claro, pero como tú has pagado la comida, yo pagaré el traje.

- No.

Nos fuimos a una tienda súper cara y elegante. Solo habían trajes de gala.

- Escoge el que quieras, y después te lo puedes probar ahí- dijo la chica señalando el probador.

- Vale- dijo Dylan.

Estábamos caminando por la tienda y encontré uno monísimo color granate, no era como todos, era diferente y por eso me gustaba.

- Este, Dylan, este.

- ¿Cómo? No me gusta el color.

- Sólo pruébatelo, te gustará.

- Bueno... Sólo me lo probaré si me acompañas a los probadores...

- ¡Pervertido!¡No iré contigo a los probadores!¡Somos amigos!

- Entonces me llevo este- dijo señalando uno que no me gustaba nada. Era naranja chillón con con una corbata de flores. Era demasiado extravagante, no dejaría que fuera así a la boda.

- No, te acompañare, pero no creas que miraré, eh.

- Ya, ya- dijo con una sonrisa pícara.

***
Uy el Dylan...
¡Hasta el capítulo que viene!- Lucy