Malum

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Narra Calum

-Jodete, Steven.

-Calum, bebé, no es lo que viste.

-Si me dieran un dolar por cada vez que he escuchado esa frase, créeme cariño, ya tuviera las nalgas como Nicki Minaj.

-Bebé, no te vayas.

-Vete a la mierda, quedate con tu puta, olvidate de mí ¿Okay? Okay.

Salí de esas cuatro paredes antes de que le cortara las bolas.- Respiré profundamente-. Busqué el número de mi mejor amigo Michael espero que no esté con una de sus putas.

*Llamada telefónica*

-Qué sucede- su voz se escuchaba agitada.

-Terminé con Steven. Él muy hijo de su mamá me engañó. Voy rumbo a tu casa, si tienes a una de tus putas ahí, no me importa, sacala de tu casa, luego buscas otro faje y ya.

*Fin de llamada*

No le di tiempo ni para quejarse, corté la llamada y paré el primer taxi que vi. Aproximadamente unos quince minutos después estaba delante de la casa de Michael. Toqué varias veces.

- Me interrumpiste, no pude ni correrme, aún tengo está maldita erección que duele como el infierno- gruñó cerrando la puerta detrás de mí.

-oh, Calum querido amigo, siento mucho lo que te hizo el cabrón de Steven- imité su voz con sarcasmo.

-Okay, ya entendí ¿Quieres una cerveza.

-Si, por favor.

-Podrías hacerme una mamada ¿Si? - dijo entregándome la cerveza.

-¡Estás loco! No sé en que hueco extraño habrás metido tu pene, estás mal, no lo haré.

-Por favor- hizo ojitos- Mira mi pene, me duele, tú sabes dar buenas mamadas.

Y ciertamente, sobre la fina capa de sus apretados boxers se podía ver su gran y frustrada erección.-me mordí el labio-.

-No.

-Vamos, así puedes olvidarte además de vengarte del hijo de puta de tu ex.

-No, Michael.

Sin responder se levantó y subió las escaleras. Ahora qué ¿Se habrá enojado?
Dejé la cerveza en la cocina. Decidí ir para ver donde estaba Michael.

Lo encontré en el baño, apoyado en la pared y con su pene entre sus manos.-tragué saliva-. Mi pene palpitó solo al ver la figura de Michael, con sus labios entreabiertos soltando pequeños gemidos.

-Te gusta lo qué ves.

Mojé mis labios- Michael- gemí al ver como aumento sus movimientos con su pene.

-Quitate la ropa.

Sin discutir me despojé de toda mi ropa. Caminé hasta Michael lo tomé de la mano y nos adentramos a la ducha. Hice caer el agua mojando a los dos. Mike no dejó de masturbarse. Cada segundo que pasaba mi pene aumentaba más su tamaño.

-Te ayudo- sonreí inocente.

-Sabes que me muero por follar esa boquita tuya.

-Lo sé.

Me arrodille para quedar a la altura del pene de Michael. Alejé sus manos y me apoderé yo, de toda su longitud. Comencé a bombearlo lentamente mientras acariciaba sus testículos. Sabía muy bien que lo estaba torturando.

-Joder, podrías meter mi pene de una maldita vez en tu boca.

Acaricié toda su longitud con mi lengua, intentando no dejar ningún espacio sin ser recorrido. Tomé la punta entre mis labios y succione fuerte. Michael jadeaba. Introduje lo más que pude del pene en mi boca.

5SoSmutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora