Narra Luke
-Pequeño, quédate quieto.
-Pero quiero jugar.
Sé que estoy comportándome como un niño de cinco años pero quiero que daddy me haga caso.
-Estoy ocupado, jugaremos más tarde.
-Pero yo quiero jugar ya.
No es justo, desde que daddy se consiguió ese nuevo empleo ya no quiere jugar conmigo.
-Luke, estás siendo desobediente.
-Lo siento, pero yo quiero jugar ya desde que tienes ese maldito empleo ni me tocas ¿Por qué ya no lo haces? ¿Tienes a otro? Dime y me voy de tu vida ya.
Me pasé, lo sé. Ashton está furioso, lo puedo ver en su rostro.
-Lucas, no voy a discutir de nuevo contigo, déjame solo, ve a ver televisión.
Resignado subí a nuestra habitación. Cerré la puerta detrás de mí. Si Ash no me quiere tocar yo lo haré por mi cuenta. Cogí un vibrador y un bote de lubricante. Los puse a un lado de la cama. Quité rápidamente mi ropa y me tiré en la cama con las piernas abiertas.
Lubriqué muy bien mis dedos lo suficiente como para no hacerme daño. Los posicioné en mi entrada, metí uno. Dentro- fuera, así duré hasta que con mis dedos no me saciaban.
-Daddy- jadeé.
Lubriqué un vibrador y lo coloqué en mi entrada, introduciendolo poco a poco.
-Así que mi pequeño lukey se está dando placer sin mí.
-Daddy.
-Fuiste un chico malo. Tendré que castigarte.
"Tendré que castigarte" esas palabras me excitaron a un nivel superior.
-No me hacías caso.
-Oh, no acabas de decir eso- sus ojos se oscurecieron- Yo siempre te hago caso, cariño, sabes bien que cuando daddy está trabajando no debe ser molestado.
Se acercó lentamente a la cama. Se quedó viendo todos los juguetes que tenía a mi lado. Pero sus ojos se detuvieron el el vibrador que aún estaba dentro de mí. Ash se mojó los labios.
-Mereces qué te castigue- acarició mis piernas.
-Sí, fui muy malo.
-Arrodíllate en el suelo poniendo todo tu peso en la cama.
Hice lo que me pidió. Lo sentí colocándose detrás de mí. Acarició toda mi espalda mandando una corriente eléctrica por toda mi espina dorsal. Quedé totalmente recostado en la cama y con mi trasero levantado, aún con el vibrador. Me sentí totalmente expuesto y excitado.
-Voy a darte unos azotes ¿Quieres qué daddy te azote?- asentí.
Sentí un golpe en mi nalga.
-Responde.
-Sí, Daddy azótame.
Sacó el vibrador de mi ano haciéndome gemir. Lo colocó en la velocidad máxima y lo volvió a introducir.
-¿Qué hiciste mal?- acarició mis nalgas.
-Fui desobediente.
Recibí un azote en mi trasero junto con la vibración que causaba el objeto en mi ano. Estaba viendo el cielo.
-Qué más.
-Acusé a Daddy por algo que es mentira- otro azote. Gemí.
-Daddy, está muy enojado por eso- introdujo más el objeto.
