Capítulo 1

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Mi nombre es (n/a). Soy una estudiante de tercer año en la academia Vocal Od I. Soy bastante tímida y algo malhumorada. Cuando alguien me irrita, suelo responder de manera brusca sin pensarlo.

Estaba saliendo del salón de clases mientras charlaba con mis amigas.

-Hey, (n)-chan, ya falta poco para el festival cultural –me dijo Miku, mi compañera de banco que me acompaña hasta casa.

-Cierto, casi se me pasaba. Las preparaciones comienzan mañana, ¿verdad?

-Ay, (n)-chi –dijo Luka, nuestra senpai que iba con nosotras a la estación-, si fuera por ti ya hubieras perdido la cabeza. Te vez melancólica últimamente.

-Tonta, ¿Cómo voy a olvidar mi cabeza? –la reté. Era distraída, pero tampoco tanto como para perderla. Por supuesto no debí desconcentrarme mientras bajaba las escaleras.

-¡Kyaaaaah! –grité, al ver el suelo acercarse a mí. Me iba a chocar cundo de repente una mano amiga me tomó por la cintura, y me ruboricé.

-Ten cuidado –me dio, y siguió por su camino. Estaba tan desconcertada que no vi quién era. Alto, largo pelo morado, voz grave, ¿cómo no pude darme cuenta?

-Ga-Gakupo-senpai... –dije nerviosa.

-Tonta, ya se fue –dijo Luka-. Hace como un minuto.

-Ah, ¿conque es eso, no? –Miku me miró con picardía-. Cabecita de novia...

-¡No es eso! –dije-. Sólo estoy algo melancólica. Me aburro mucho últimamente.

-Sí, aburrida porque Kamui-senpai no te presta atención –rio Miku.

-Miku-tan, ¿Cuántas veces debo decírtelo? No me gusta nadie.

-Solo bromeaba, (n)-chan. Ya sabes que a Kamui-senpai le agrada demasiado Megurin.

-¿Q-qué? –dijo Luka, enrojeciendo como un atún, de esos que tanto le gustan a ella-. ¡Entre Gakupo-kun y yo no hay nada especial! ¡C-cállense y vayamos a la parada del tren!

-Gakupo-kun, eh... –dijo Miku en voz baja.

Cuando salimos de la escuela vimos que el campo de deportes era ocupado por unos ruidosos chicos del curso inferior. Entre ellos pude notar a Rin, nuestra kohai. Lastimosamente no nos pudo acompañar a casa esta tarde.

Llegamos a la parada del tren, luego de caminar unas cuantas calles.

-(n)-chi, fíjate si has traído tu pase de tren –me dijo Luka

-Vamos, Megurin, estoy segura que lo traje.

-(n)-chi, recuerda lo que pasó cuando te lo olvidaste la última vez –Lo recordé. Estuve buscándolo por todo el salón y estaba dentro de mi carpeta, la cual me di cuenta que dejé ahí. Luego de eso tuve que esperar aún más tiempo ya que el tren se retrasó, y me perdí la retransmisión de Kareshi Kanojo no Jijo... esta vez iban a pasar una maratón de Hetalia y no podía permitirme retrasos.

Rápidamente la busqué en mis bolsillos y me di cuenta que se me había caído por uno de los agujeros de mi falda.

-¡Megurin! ¡Miku-tan! ¡Me olvidé la tarjeta en el camino! ¡No tardo! –salí corriendo hacia la escuela.

-Se lo dije... –dijo Luka a Miku.

Recorrí con la mirada en el piso mientras iba de camino al colegio, y no encontré nada. Finalmente llegué a la escuela, y la encontré: estaba a unos pocos metros del campo de deportes. Fui corriendo hasta allí y casi la tomaba, pero me tropecé con una piedra minúscula que se cruzó en mi camino. Esta vez estaba sola y nadie me atrapó, así que me di la cara contra el duro suelo. Estaba por levantarme y agarrar la tarjeta, pero una mano se puso frente a mí.

-¿Estás bien? –me preguntó una dulce y aguda voz, proveniente de un joven rubio de ojos celestes. Tenía una mirada dulce y parecía muy joven. Se veía como Rin.

-S-Sí, estoy bien –dije, paralizada ante su mirada. Siempre fui muy tímida frente a los chicos, como Gakupo y Kaito, ambos senpai.

-Hey, aquí es cuando tomas mi mano y te ayudo a levantarte –dijo con una grácil sonrisa.

-Ah, s-sí –Tomé su mano y sentí una chispa cuando nuestros dedos se rozaron. El calor de ella era agradable, me hacía no querer soltarlo... un momento, lo acabo de conocer. Debe ser un impacto de momento. Cuando me levanté noté que era apenas más alto que yo.

-Soy Len Kagamine, de 2-C. ¿Cómo te llamas?

-S-soy (n) (a), de 3-A –dije, mirando a la derecha.

-Oye, no hace falta que seas tan tímida –dijo con la misma sonrisa. Se veía tan tierno así.

-P-Perdón... –dije bajando la mirada.

-No te disculpes, no tienes la culpa –dijo-. ¿Por qué corrías tan apurada? No todos se tropiezan con un suelo tan liso.

-Eh... perdí m-mi tarjeta para el tren así que volví a b-buscarla.

-Ya veo. Es aquella, ¿verdad? –señaló la tarjeta a unos centímetros de nosotros.

-Aha-á- se acercó a recogerla y me la extendió.

-Toma, (a)-senpai –dijo mientras la tenía en su mano.

-Gracias –dije en un casi susurro.

-¿Vas hacia la estación? Te acompaño si quieres.

-¿Eh? N-no estabas en clases...

-Sólo iré contigo hasta allá. Tranquila, el profesor piensa que estoy en el baño. No tardaremos.

-Sí está bien para ti... –accedí

En el trayecto no hablamos mucho ya que mi tartamudeo impedía que la charla fuera fluida, pero Len se esforzaba al máximo para continuarla. Finalmente llegamos a la estación.

-Bien, adiós (a)-senpai. Fue un gusto conocerte. Ahora debo apurarme si quiero llegar a clases a tiempo –Me saludó con la mano y se fue al instituto.

Conocer a Len fue bonito. Lo malo: me perdí los primeros cuatro capítulos de Hetalia.

A

¿In love with my senpai? [Len Kagamine y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora