¿In love with my senpai? [Len Kagamine y Tú]

Capítulo 5

El ensayo duró dos horas, pero fueron las dos horas más cortas y más largas de mi vida a la vez. Len y yo seguimos a Luka al backstage del salón de usos múltiples, mientras que Gakupo se quedaba fuera haciéndoles indicaciones a Miku y a Rin.

-Bien –se acomodó las gafas Luka-, no sé si lo sabían ya pero por aquí se sube al escenario e iremos allí hoy a practicar las líneas.

-Funciona para mí –dijo Len.

-E-espera, ¿haremos el ensayo frente a todos? –pregunté preocupada. El pánico escénico era uno de mis peores defectos, aunque no pensé mucho en ello cuando me eligieron como representante. Qué genial, hacer el ridículo frente a toda la escuela...

-Claro –respondió Luka-. Es solo práctica, (a)-chi, ya te acostumbrarás. Cambiando de tema, espero que hayan aprendido sus líneas ya. Hoy intentaremos no usar el guion, pero en las próximas prácticas nos guiaremos con él. ¿Listos?

-Siempre –respondió Len-. ¿Lista, (n)-senpai?

-Vamos allá.

El espacio para pasar al escenario era algo apretado, así que terminé apretada entre Luka y Len al intentar pasar. Por un momento, sentí de nuevo la mano de Len tocando la mía, un sentimiento familiar que recordaba haber experimentado hace unos días. Finalmente llegamos y Luka se paró junto a la entrada.

-Debo encargarme de vigilar que recuerden sus líneas –acotó-. Como solo llegaron ustedes dos, comenzaremos con la escena del baile de máscaras. Kagamine-kun, por favor.

Len se paró frente a mí, y de repente sentí que mis piernas se paralizaban al ver sus grandes ojos azules mirándome fijamente. Tomó mi mano, y recitó:

-¿Pero qué luz es la que asoma por allí? ¿El sol que sale ya por los balcones de oriente? Sal, hermoso sol, y mata de envidia con tus rayos a la luna, que está pálida y ojeriza porque vence tu hermosura cualquier ninfa de tu coro.

Eran las líneas exactas que aparecían en el guion; recordé haberlas leído mientras estudiaba las mías. Intenté responder:

-Ay de... Ay de...-las palabras no lograban salir de mi boca, Len estaba demasiado cerca de mí. DEMASIADO.

-Ay de mí –susurró Len.

-¿Huh?

-Ay de mí –repitió-. Esas es la línea que sigue. ¿Te sientes nerviosa, (n)-senpai?

-Para nada... –intenté mentir.

-Ay de mí –volvió a decir. Decidí imitarlo.

-Vuelvo a sentir su voz. ¡Ángel de amores que en medio de la noche te me apareces! –dijo Len en voz alta.

-¡Romeo, Romeo! –logré recordar-. ¿Por qué...?

Mi lengua se congeló otra vez. ¿O debería decir mi mente? Olvidé mencionar que Luka había prendido uno de los reflectores sobre nosotros, y la luz que venía de él hacía juego con el cabello rubio de Len. Aunque la luz me molestase un poco la vista, su cabello se veía... ¿por qué estoy pensando en eso?

-¿Necesitas que te recite todas las líneas? –susurró Len bromeando.

-Las recuerdo –mentí de nuevo.

-Tienes suerte que yo estudiara ambos papeles, (n)-senpai –respondió-. Podría actuar de Romeo y Julieta a la vez-agregó, ante lo cual reí un poco.

-Hey, chicos, se supone que es una tragedia –nos retó Luka-. Una TRAGEDIA. (a)-chi, concéntrate en tus líneas, y Kagamine-kun, no le susurres las respuestas. Ese es mi trabajo-acotó.

-Bien, Megurin –Me relajé un poco.

-Comencemos desde arriba... –dijo, luego de acercarse a mí y darme un guión.