Depredador Sexual. [ChanHun/ SeYeol]

Reencuentro.

SeHun se sentó en el taburete esperando que trajeran su bebida, la vida es injusta la mayoría de veces, está llena de traiciones, de dolor... La vida probablemente es un asco.

SeHun tomó el vaso de cristal entre sus falanges hasta dirigirlo a su boca bebiendo toda la cantidad de golpe.

-Si sigues así posiblemente quedes muerto.-Comentó alguien con una voz familiar antes de sentarse a su lado y pedir un bebida.-

-Posiblemente sea lo mejor.-Finalizó SeHun tomando otro sorbo de su bebida.- No sé qué está haciendo aquí, profesor Park.

-Bueno, tú no eres la única persona que tiene malos días, ¿O sí? -Le respondió sonriendo dejando a SeHun perplejo y con un ligero rubor en sus mejillas.-

El menor solo se limitó a asentir con su cabeza.

Surgió un silencio acogedor mientras tomaban de sus bebidas, era como una paz indescriptible, cuando sientes que todo lo malo desaparece por unos segundos para luego volver a su lugar y sentirte desvastado. Quizás tener a ChanYeol a su lado no era tan malo.

SeHun dejó escapar un sollozo suave antes de mirar su bebida y colocarse de pié pagando por esta. Se inclinó hacia su maestro caminando hacia la salida. Necesitaba aire. Necesitaba despejarse de todos sus pensamientos.

ChanYeol le siguió en silencio notando cada una de las caídas por las que pasaba su pequeño mientras que comenzaba un pequeño monólogo en su interior.

《La vida de un joven de un promedio de 17 años, alto, de contextura delgada, de un rostro angelical y una piel nivea y delicada como la porcelana-una piel que gritaba ser marcada una y otra vez por sus labios desvergonzados-, de unos labios como las cerezas y unos hermosos ojos castaños. En resumen unas facciones de oro, claro sin desvirtuar su hermosa forma de ser, inocente y pura, transparente-aunque ahora no tanto- estaba pasando por algo doloroso, el desamor, la traición, el dolor.

Estaba pasando por la vida, en su máximo esplandor.》

SeHun cayó finalmente al suelo devastado, sollozando e hipando de manera fuerte. ChanYeol podía escuchar el corazón de SeHun romperse cada vez más, y eso le llenaba de miedo, ¿Y si SeHun no querría volver a amar por eso?

Se acercó con cuidado arrodillandose al lado de su pequeño mientras le acariciaba las mejillas.

-Mi hermoso pequeño, no llores por él. -Murmuró mirando los oscuros ojos del menor.- Ese idiota no me cae bien, ya lo había dicho. No le vuelvas a hablar.

-¿Eres tú?-SeHun le miró con su vista algo perdida mientras ChanYeol se acercaba a sus labios rozandolos.-

-Sí, soy yo.-Murmuró juntando sus labios con ternura mientras tomaba a su bebé en brazos.- Mi pequeño...~ soy yo, y no dejaré que te hagan daño.
SeHun se acurrucó en su pecho buscando calor mientras ChanYeol le miraba con dulzura, haciendo que reflexionara.

SeHun siempre será su bebé. Y el siempre será su Happy Virus. Y este reencuentro dará inicio al verdadero amor de Oh SeHun.