Capítulo 5

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Sábado

Era Clint quien esta a lado de mí, y yo estaba sin ropa, Dios esto no podía estar pasándome a mí, me levanté de la cama, encontré mi ropa tirada en el piso por varios lugares, y en su mesita de noche todavía tenía nuestras fotos juntos, era muy li...

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Era Clint quien esta a lado de mí, y yo estaba sin ropa, Dios esto no podía estar pasándome a mí, me levanté de la cama, encontré mi ropa tirada en el piso por varios lugares, y en su mesita de noche todavía tenía nuestras fotos juntos, era muy lindo pero tenía que irme de aquí, revise el reloj, eran las 5 de la tarde, encontré mi vestido y me lo puse, llegué a la sala, en la mesa estaba mi collar junto a mi cartera, lo revisé y por suerte estaban mis llaves y celular, prendí la pantalla, tenía 10 llamadas de Nick, 3 de Steve, y 2 de Pep, definitivamente tenía que regresarle la llamada a mí padre o estaba segura de que era capaz de llamar a la policía, pero ahora la cabeza me daba vueltas, para mi mala suerte el teléfono empezó a sonar y en la pantalla salió la foto de Nick, tome aire unos segundos y contesté

*-Bueno-

-Natasha ¿Estás bien? ¿Sabes cuánto te he estado llamando? ¿Dónde estás? ¿Y por qué no contestas el teléfono? ¡Para eso te lo compre!-

-Lo sé, lo siento me quedé dormida, mi teléfono se descargó y hasta ahorita lo pude prender, no estoy en la casa salí a comprar unas cosas pero ya me regresaré- mentí

-Te quiero en la oficina en una hora sin peros-

-Si allí estaré puntual, lo prometo-

Me colgó, tome mi bolsa pero no sin antes buscar entre sus cosas unas aspirinas y agua, al parecer deje mi carro estacionado aquí, no recuerdo haber llegado o lo que paso entre nosotros dos, sólo quería dormir pero no podía en este momento, pasé a una tienda por el café más fuerte que tuvieran y lo pagué con mi tarjeta de crédito, me lo acabe muy rápido, me di una ducha exprés y me cambié por ropa más apropiada y me puse unos lentes de sol, salí disparada hacia la oficina, toqué la puerta y entre como de costumbre.

-Siéntate- esto no era nada bueno, había escuchado ese "siéntate" unas miles de veces antes y había una cosa en la que estaba segura, siempre terminaba llorando. Me senté en la silla

-Quítate los lentes- me ordenó

-Okay- lo hice y estaba segura que se notaba mi cara de que no la había pasado tan bien hoy

-¿En dónde estabas?- comenzó su interrogatorio como policía malo

-Ya te lo dije me desperté tarde y el teléfono se me descargó...-

-No me mientas Natasha- levantó la voz

-Estaba en la casa, en serio- Técnicamente no en mi casa pero si en la de alguien más

-Llamé a la encargada y me dijo que saliste en la noche y no habías vuelto a regresar hasta hace un rato- estaba muy enojado

- Es que yo, fui a la fiesta de Tony, me quede a dormir con Pepper, ¿No te lo dije? Pero si fui a comprar y aquí estoy-

-¿Y por qué te era tan difícil contestar el teléfono? ¿Sabes cuántas veces te llamé? ¿Qué tal y si te hubiera pasado algo? Estaba a punto de llamar a la policía Natasha- no pude soportar más sus gritos y rompí a llorar, me sentía una niña pequeña siendo regañada, en cuanto me vio llorar se calmó,

-Natasha, me preocupo por ti, nunca me lo perdonaría si te pasará algo, eres lo único que tengo, no me vuelvas a hacer esto por favor -

-Lo siento, contestaré el teléfono, no volverá a ocurrir- no podía dejar de llorar, se me empezó a revolver el estómago y sentí muchas náuseas, salí corriendo de la oficina en busca del baño más cercano, entré y cerré la puerta detrás mío, a lo lejos oí que me llamaban, sentí arcadas y luego lo poco que había comido lo regresé, la garganta me ardía y tenía un sabor horrible en la boca, le baje al baño y me enjuague la boca, no podía dejar de llorar, tocaron la puerta

-Vete - grité

-Nat, soy Coulson, abre por favor -

Me levanté, le abrí la puerta y cerré detrás de mí

-¿Qué paso?, ¿Estas bien?-

- Si, solo que anoche tome mucho y acabó de vomitar lo poco que había comido-

-Oh nena, con razón Fury estaba así, pero no llores ya se le pasará- me limpió con su pañuelo las lágrimas, lo abracé, en serio apreciaba mucho que estuviera aquí conmigo,

-Si no salimos y le dices a Fury que estas bien, mandará traer una ambulancia-

-Sí, ya me siento mejor, saldré, gracias Coulson-

En cuanto salí entré a su oficina, estaba hablando por teléfono

-Mira tengo que colgar te hablo al rato-

-Natasha ¿Estás bien?-

-Estoy bien, tranquilo-

-Quiero que te vayas a casa y regreses el lunes-

-Cómo quieras-

Salí y conduje a mi apartamento, en cuanto cerré la puerta, me fui directo a la cama, mi cerebro empezó a trabajar ya que no había alcohol que lo aturdiese y recordé todo.
Bebí como loca y Steve me quería detener, Tony trajo más bebidas, yo tome una Snow, Steve trató de quitármela, le dije que me dejará en paz, que estaba bien y no era una niña pequeña, entonces me jaló hacía la salida, me dijo que me llevaría a mi casa, pero hasta ese punto no podía caminar bien sin ayuda, fue cuando llegó Clint, que creo que estaba un poco más sobrio que yo, le dijo que me dejará tranquila, entonces ellos empezaron a discutir,

-No tienes idea de lo que es bueno para ella- le dijo Clint

-Por favor Natasha ¿No te das cuenta de que él no te conviene?-

Pero cuando reaccione, se estaban golpeando

-Ya deténganse los dos- les grité, Steve me rogó que nos fuéramos pero yo me negué y creo que terminamos; recuerdo bailar con Clint, beber más, estaba cansada y le dije que nos fuéramos, tomó las llaves de mi carro, condujo hasta su casa y la noche o más bien madrugada era hermosa, podía sentir el viento en mi cara despeinándome, Clint solo decía estupideces y nos reíamos por todo, una vez adentro Clint resbaló, me jaló con él, caí encima de él y me empecé a reír pero él se quedó en silencio, lo miré tanto como pude pues nuestros rostros estaban demasiado cerca y fue como esa vez en la lluvia, me besó y sentí esa electricidad, mariposas, todo el zoológico revuelto, la ropa nos empezó a estorbar y terminé cayendo rendida a sus pies, así fue como terminé en su cama.

Desperté una vez más pero esta vez por los rayos del sol que entraban por mi ventana, había olvidado cerrar las cortinas, revise el reloj, era domingo a las 12 del día, no tenía ganas de pararme, todavía no me reponía del todo, me seguía sintiendo cansada y no tenía ganas de hacer nada, solo quedarme en la cama o en el sillón todo el día, no quería ni imaginarme que pasaría mañana al ver a Clint, como reaccionaría a lo sucedido anoche.

Mom In ProcessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora