Capítulo 4

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Cinco meses después.

Hace tiempo que no me despertaba en la madrugada por la culpa de Harry. Aunque bueno, supongo que esa vez no me desperté por Harry, si no que por lo que él había dejado en el vientre de Sara.

Eran nueve meses que tenía Sara, y todos sabíamos que en poco tiempo la bebé ya querría salir. Y aunque no sé si era suerte o una maldición... Fue justo un día después de mi cumpleaños.

Harry entró a mi habitación con la cara pálida y moviéndose a todas partes, lanzándome ropa desde el armario y diciendo cada dos segundos "Hay que ir al hospital", también agregando que Sara lo había llamado y ella estaba en camino hasta la sala de parto.

No nos demoramos nada en llegar, considerando que Harry conducía como un loco, pasándose del rojo dos veces, pero con la suerte de no atropellar a nadie. Él estacionó y salió de un salto hasta la mujer que atendía detrás del mostrador, mientras que yo intentaba cerrar las puertas para que nadie intentase robar algo.

Llegué junto a él y se movió a pasos apresurados hasta un pasillo que decía "salas de parto". Yo lo seguí, ya que no tenía idea de donde podría estar Sara, y también, porque seguramente Harry estaba más nervioso que nunca y necesitaba de mi apoyo. Él se detuvo en la sala seis, y entró de golpe, encontrándose con Sara siendo trasladada en una bata hasta la camilla.

"Hey, ¿estás bien?" Preguntó él, llegando a su lado "Soy el padre del bebé" Le habló a la enfermera.

"¿Y usted?" Me apuntó.

"El mejor amigo"

"Sólo se puede quedar el padre y algunos familiares, lo siento. Ella lo pidió así" La mujer me miró con lastima y procedió a echarme de la sala.

¿En serio Sara había hecho eso? ¡No me importaba ver una mujer parir! Sobre todo, si hace algunos años una de mis primas había dado a luz y yo fui el que estuvo desde una esquina, observando todo. Y también considerando que era gay y no me importaba ver una vagina.

A pesar de tener todos esos pensamientos en mi cabeza, tuve que seguir las órdenes que me daba la enfermera. Antes de irme, Harry hizo una mueca y se acercó a mí para decirme un "Podrás entrar después", y dejó un beso en mi mejilla para luego volver hacia Sara.

Esperé más o menos tres horas, sentado en una de las incómodas sillas que tenía el hospital. Fue horrible estar en el lugar de parto, ya que escuchaba los gritos de las mujeres al pujar y los llantos de los bebés, algunos llantos de la madre por la felicidad y otros por la tristeza. Se podía escuchar de todo en ese pasillo, pero lo que más me importaba era ver Colleen, la bebé que seguramente conquistaría muchos corazones, sobre todo el mío.

Me sorprendía de cómo podía hablar de Colleen de la forma que mi padre hacía conmigo. Era como si yo fuera su padre, aunque lo más probable era que solamente fuera "el tío Niall" para ella. Me destrozaba saber que luego de que Colleen naciera, Harry y Sara se mudarían juntos para criar a la niña. No estaba seguro de que eso pasara, pero había grandes posibilidades de que sucediera.

Odiaba amar tanto a Harry, y me dolía demasiado que él no lo notara, ni siquiera un poco.

Alrededor de las cuatro de la mañana una enfermera salió de la sala y me indicó que podía entrar. Entré, encontrando a Sara dormida y Harry viendo hacia una cuna, con los ojos llenos de lágrimas.

"Es muy hermosa" Murmuró "Es perfecta"

Me miró a los ojos y yo avancé, tomando su mano al llegar a su lado. El apretó la mía contra la suya y se paró para abrazarme.

Papá [NARRY, AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora