Capítulo 4

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-Que tal chicas -dijo exhausto

Mi amiga se escondió en mi espalda y movió la cabeza en forma de saludo

-Bien supongo -levante los hombros-. ¿Porque corres?

-Queria alcanzarlas -contesto desordenandose el pelo.

Dios se veía tan sexy...espera ¿!Que?! Yo no puedo haber dicho eso...yo...yo...yo ni siquiera lo conocia

-Te pasa algo -añadió Matt con preocupación.

Mire hacia otro lado que no fueran sus ojos y me dispuse a andar

-No, nada -dije aun caminando acompañada de mi amiga. El chico se puso a mi derecha y comenzó a andar con nosotras

-¿Donde viven? -pregunto

-Aqui -respondió Ruth

La casa era grande y lujosa, delante había un jardín inmenso y la casa era de 2 plantas

-Madremia -susurré

-Adios, ya hablamos mas tarde -me dio un fuerte abrazo y se adentro en su casa despidiéndose con la mano

Esa casa...juraría que es la de...

-¡HEY! -grito Matt en mi oreja

-¡JODER! -grite dando un salto y después mi instinto me hizo golpear la mejilla de Matt- ¡¿Que demonios te pasa!?- me había asustado

Este empezó a reírse mientras que con una mano se tocaba la barriga y con la otra tocaba su mejilla

-Esto duele pero jamás olvidare tu cara -siguió riendo-. ¿Oye desde cuando tus puños son tan duros? -dijo esta vez adolorido.

-No es divertido -me cruce de brazos

-Si, si lo es

-Cuando yo te asuste verás que no es divertido -refunfuñe

-Yo no me asusto tan fácilmente -contesto orgulloso

-¡CUIDADO CON LA CACA! -grite señalando el suelo

-Tu forma de intentarme asustar es un poco rara -dijo viniendo hacia mi

Después vi como frenaba al notar el excremento en su pie.

-Luego dirás que no te avisé -reí

-Que asco, que asco, que asco -decía él mientras daba saltos a la pata coja y movia sus manos como loco-. ¡Ya lo tengo! -levantó un dedo como si se le hubiera ocurrido una idea ingeniosa

Se saco los zapatos y los tiro hacia los arbustos de una casa

-Muy ingenioso Enstein, y ahora qué
¿iras descalzo hasta tu casa?

-No. Mira y aprende pequeña saltamontes -dijo para sacar otros zapatos nuevos de su mochila y ponérselos

-¿Llevas siempre un par nuevo?

-¿Haces siempre tantas preguntas?

Lo fulmine con la mirada y seguí andando, aún me quedaban 3 cuadras para llegar a mi casa

-Oye... -hablo Matt-. Que te parece si vamos a tomar algo esta tarde, yo invito

-¿Tomar algo? ¿Soy yo o me estas pidiendo una cita? -pregunté

-Eres tú -sentenció-. Bueno entonces eso es un ¿si?

-No puedo -respondí

-¿Mañana?

-Tampoco -volví a contestar

-Puedes decirme que no quieres salir conmigo y ya esta -bufó

-No es eso...es solo que tengo que asistir a mi trabajo o lo perderé -respondí

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