-¿Cómo que a patinar?- preguntó Dominik.
Alexia de un salto, se levantó y le miró.
-Pues eso, patinemos, a unos metros de la casa hay un pequeño lago que está congelado.-dijo ella como si tal cosa.
Dominik también se levantó, una mala idea ya que dejó caer la manta, haciendo que se enfriase rapidamente.
-Voy a buscar los patines, tú...vistete -esto último lo dijo mientras le lanzaba la camiseta de él.
Alexia guardaba en el cobertizo dos pares de patines, unos para ella y los otros para Cameron, ya que ellos dos eran los únicos que sabian de este lugar, la chica cogió los patines y volvió al porche de la casa, para esperar a Dominik, el cual tardaba mucho.
-Dominik, vamos, ¡lento!
El pelinegro salió segundos despues y miró a la chica.
-Tranquila, no me presiones, ya estoy aqui. -Tras decir aquello, se sentó en las escaleras del porche para ponerse los patines.
[Poned la canción de multimedia a partir de aquí, los que querais]
Alexia hizo lo mismo y cuando terminó, se quedó mirando a Dominik, este al terminar, la miró tambien y sonrió levemente mientras ponía un mechon de pelo, tras la oreja de Alexia.
Un leve sonrojo se apoderó de las mejillas de la chica, haciendo que esta se levantase de las escaleras rapidamente y caminase hasta llegar al lago -ahora pista de hielo-.
Dominik la siguió desde la distancia, cuando llegó, se metio en la pista de hielo y se deslizó hasta Alexia.
-Espera niña, que me caigo.
-Pues manten el equilibrio..-la chica se quedó quieta, esperando a Dominik.
Dominik al llegar frente a Alexia, la agarró de las manos, para mantener el equilibrio, cosa que no funcionó a la primera, ya que empezaron a resbalarse y gracias a que se abrazaron, pudieron estabilizarse.
Al estar ya en equilibrio, se cogieron de la mano y comenzaron a patinar por todo el lago, sin ninguna preocupacion pasando por sus mentes, tan solo, disfrutando el momento entre ambos.
Así estuvieron un rato, cuando derrepente, Dominik perdio el equilibrio, cayendose al hielo y tirando junto a el a Alexia, que cayó sobre el.
Los dos se quedaron mirando a los ojos del otro, tras soltar alguna que otra risa, para luego sonreir a la vez, parecia que estaban sincronizados.
