Incognitas.

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Dominik pasó toda la noche en vela cuidando a Alexia, se sentó a la orilla de la cama y se quedó observandola. El chico pensaba en todo lo que había pasado hasta ahora, cuando le salvó, cuando le llevó a esta cabaña, la pista de hielo, el casi beso.... Aun que le costara admitirlo ya que apenas había pasado tiempo, Dominik sentía algo hacia Alexia.
Los primeros rayos del sol se colaban por la ventana de la habitación, despertando así a Alexia, la cual se incorporó en la cama algo confundida ya que unico que recordaba era que, su padre había muerto.
La chica ignoró los rayos de sol y se giró hacia el otro lado, donde se encontró a un Dominik totalmente dormido, Alexia sonrió al verle y le apartó unos mechones de pelo que le caían sobre la cara, se le veía tan calmado...
El pelinegro abrió lentamente los ojos y sonrió al ver a Alexia frente a el, este se estiró un poco y seguidamente depositó un beso en la frente de la chica.
-Buenos días. -se acomodó en la cama, en una posición en la que pueda abrazar a la chica.
-Hola..-susurró la chica.
-¿Te duele algo? -el chico esta vez la miró algo procupado.
-Si, me duele un poco el brazo..pero nada grave -sonrió de lado.
Y otra vez, se hizo el silencio, Dominik se debatía mentalmente entre hablarle sobre su padre o dejarlo estar. Pero al final decidió sacar el tema.
-Siento lo de tu padre...
-No pasa nada..-la chica miró hacia abajo bastante triste.
Dominik se sintió mal por haber sacado el tema, asi que sin más la abrazó y le susurró al oido que el siempre estaria para ella.

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