Revenge - {Justin Bieber & Kendall Jenner}

Capítulo 1

Cuidado con lo que deseas.

3 años antes.

   – Sonríe Kendall – dijo mi padre mientras sostenía una cámara.

Mire a mi alrededor, la gente rodeaba la mesa donde se encontraba mi tarta de mis 15 cumpleaños. Sonreí y el flash de la cámara salto.
La gente terminó de cantar y quedaron mirándome.

   – Pide un deseo – susurró mi mejor amiga Hailey en mi odio y asentí.

   – Deseo una vida de película – susurré para mis adentros y sople las velas.

3 años después.

   – Sonríe Kendall – dijo mi padre mientras sostenía la misma cámara de siempre.

Nada había cambiado desde mi 15 cumpleaños, bueno, para ser sinceros si había cambiado, mi madre murió de cáncer de pulmón, mi padre no era el mismo desde su muerte y las únicas personas que se encontraban en mi cumpleaños eran él y mi mejor amiga Hailey que sostenía mi mano. Estábamos en un restaurante bastante lujoso. Mi padre fue el arquitecto de aquel lugar. Él es un arquitecto bastante importante en los Estados Unidos.

Hailey apretó mi mano haciendo que saliera de mis pensamientos, sonreí y el flash de la cámara saltó.

   – Pide un deseo – susurro Hailey. Soplé las velas pero esta vez sin pedir nada. Estas cosas no funcionan.

   – Aquí tienes uno de mis regalos
– Mi padre me entrega un sobre blanco. Lo cojo alzando una ceja.

   – ¿Sólo uno? – Mi padre solía comprarme bastantes regalos y muy lujosos, me extrañaba que solo me diera un pequeño sobre.

   – Los demás te lo daré más tarde. – Asiento con la cabeza y abro el sobre. Dentro de este había dos tickets de avión

   – ¿Un viaje a París? ¿Para dos? – Escucho un gritito de emoción por parte de Hailey y mi padre asiente.

   – Si, para ti y Hailey, es hora de que tengáis unas buenas vacaciones. Me he encargado de que tengáis lo mejor. El hotel, el avión... Todo para mi pequeña. – Me da un beso en la sien y sonrió.
   – Es genial. Gracias, papi. – Le doy un abrazo y terminamos de cenar.

De camino a mi gran mansión Hailey y yo hablamos emocionadas del viaje. Saldríamos a la mañana siguiente así que sería hora de preparar todas mis cosas.

   – ¿Es hora de preparar las cosas, no crees Hailey? – la jale del brazo subiendo las escaleras rápidamente.

Entramos en mi habitación, Hailey se tumbo en mi gran cama y saqué las maletas.

   – Vestidos, faldas,
pantalones, camisas, zapatos, tacones, abrigos... ¿Falta algo más? – le pregunté a Hailey.

   – Ropa interior y condones – dijo riendo y le pegué un codazo. – ¿Qué? Tendremos que mover las caderas y no solo bailando.

   – Eres imbécil. – dije mientras metía la ropa interior en la maleta y ella reía   – He soñado con este viaje toda mi vida, será genial. – la abracé y tocaron la puerta.

   – Cariño – dijo mi padre asomando la cabeza por la puerta.

   – Dime papi

   – Baja al jardín, te espera tu segundo regalo y así puedes llevar a Hailey a preparar las cosas para mañana – dijo

   – ¿Me has comprado otro coche? – Hailey y yo nos miramos y pegamos un grito. – Eres el mejor – lo abracé.

   – Quiero lo mejor para mi única hija – besó mi cabeza y corrí hacía el jardín junto a Hailey.

Cuando terminamos de arreglar todas mis maletas Hailey y yo decidimos dormir en su casa para ir juntas al aeropuerto.

   – Que lo paseis bien, princesa. – Mi padre beso mi frente. Le di un abrazo y cuando uno de los sirvientes coloco la última maleta en mi coche nuevo, entramos en él y nos dirigimos hacía la casa de Hailey.

   – Estás vacaciones van a ser impresionantes. – Hailey dijo cuando llegamos a su casa. Cogí mi equipaje de mano y entramos en la enorme casa de Hailey.

   – Kendall. – Me llamo Hailey cuando estábamos cerrando la última maleta.

   – Ajá. – Dije distraída con la cremallera.

   – ¿Có-cómo estás? – Su pregunta me pillo por sorpresa pero rápidamente entendí a que se refería. Mi madre.
Solo hace seis meses que nos dejo. Ella lo era todo para mi y para mi padre. Fue muy duro dejarla marchar. Mi padre pago millones de dolares para poder retener el cáncer unos meses pero aun así pudo con ella y nos dejo de la peor manera. La extraño. La extrañamos, pero tenemos que seguir a delante y ser felices, es lo que ha ella le hubiese gustado.

   – Estoy... Bien. La extraño.. mucho. Pero poco a poco lo estoy superando. – Sonrió un poco contestando a la pregunta de Hailey, ella me abraza y terminamos de revisar el equipaje.
Estuvimos haciendo sus maletas y charlando hasta que sin darnos cuenta nos quedamos dormidas.

La alarma sonó y me sobresalté.

   – Hailey despierta – dije emocionada mientras la agitaba.

   – Ya voy – dijo mientras bostezaba.

Nos vestimos y en un abrir y cerrar de ojos estábamos en la puerta del aeropuerto.

   – Pasajeros del avión 208 con destino a París, pasen por la puerta 8 – anunció una voz masculina por el megáfono.

   – Bueno cariño, tened cuidado y diviertanse. – Mi padre beso mi frente.

   – Estaremos bien papi, cuidate. – Me despedí de él y cogí a Hailey de la mano.
Corrimos hasta la puerta de embarque y entregamos los pasaportes. Poco después ya estábamos sentadas en nuestros asientos en la zona VIP.

   – Adoro viajar en VIP. Champán, almohadones, chicos guapos y ricos al rededor. – Dijo Hailey mirando a un chico sentado en el asiento de al lado.

   – No tienes remedio. – Dije negando con la cabeza.
Me puse las gafas y mire por la ventanilla viendo como la gran ciudad de Los Ángeles se alejaba poco a poco. Me acomode en el asiento. Este viaje sería muy largo.

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Aquí les dejamos el primer capitulo, esperamos que les guste. No olvidéis votar y comentar cualquier cosa!! ❤ - Irene&Andrea